Sabes que te falta mucho por hacer cuando llevas menos del 0.1 por ciento de una meta. Si se midiera en 1,000 pasos, te faltarían 999.

Ese es el caso de la inversión en shale en México. Es más que claro que el potencial es enorme: tenemos recursos prospectivos de crudo en shale equivalentes a 18 años de nuestra producción actual de petróleo. Nuestros recursos recuperables estimados de shale gas son los sextos más grandes a nivel mundial, cercanos en rango a los de Estados Unidos que hoy es el líder global en producción de gas.

De acuerdo con Pemex, necesitamos un poco más de 27 mil pozos para aprovechar plenamente este recurso. Llevamos 18. Sí, sólo 18.

Traduciendo a inversiones tanto las necesidades de pozos como de desarrollo de sísmica, con supuestos de costos muy conservadores —los más bajos usando el “tabulador” global: los de Estados Unidos— esto representa poco más de 139 mil millones de dólares. Como país, llevamos menos de 140 millones de dólares invertidos—cerca de una milésima parte de lo que necesitamos.

Hay grandes retos adelante. Que el shale mexicano pueda competir, particularmente en términos de gas, con el hiper-competitivo estadounidense es difícil. Va a requerir inversiones sostenidas que permitan generar escala y eficiencias que nos pongan en el mapa.

Pero, si lo logramos, el beneficio en inversión, empleos, seguridad energética va a ser muy grande. El caso estadounidense lo demuestra. En otra proporción, el argentino también.

Las preguntas que guían nuestro análisis esta semana son:

• ¿Dónde estamos en la carrera por explotar el gas y el petróleo shale en México?
• ¿Cuáles son los retos de implementación regulatoria que vendrán con el desarrollo del shale?
• ¿Cómo se desarrolla el shale en Argentina?

En nuestro espacio de opinión nuestra invitada de esta semana, Esther Nolasco, tiene clara una cosa: sin el apoyo de las comunidades, el desarrollo de la industria petrolera sería casi imposible. Sin embargo, obtener la licencia social no es tan fácil si le añadimos dos grados de complejidad al tema: las comunidades con las que trabaja la industria están expuestas a información falsa, vieja, tergiversada, compleja y que genera falsas expectativas; y hacen falta interlocutores de confianza y con conocimientos técnicos sobre cómo opera la industria.

Su apuesta es que los estudiantes de los institutos tecnológicos del País (como ella) tienen una buena oportunidad de ser estos interlocutores de confianza.

“Como industria, si queremos obtener la aceptación de las comunidades que están expuestas a esta información, tendremos que hacer un gran esfuerzo para desmitificar las consecuencias relacionadas con las actividades y los procesos como la fractura hidráulica, la sismicidad inducida, el uso responsable del agua, el alcance de los proyectos, la inversión en infraestructura, etc. Esto sólo podemos alcanzarlo con actores que, al mismo tiempo, entiendan de la industria y sean cercanos a las comunidades, como lo son los estudiantes. Este puede ser el inicio de una nueva relación de la industria con su entorno social”.

Por si te lo perdiste.

• Para la licitación de aguas profundas de la Ronda 2, en la lista de invitados hay por lo menos 25 nombres que corresponden al número de compañías que ya se apuntaron para ser parte del proceso.

• Mientras tanto, la empresa SSA México, que opera en el puerto de Tuxpan, anunció una inversión de 40 millones de dólares en el puerto de Tuxpan en obras que adecuarán la infraestructura existente para recibir más buques petroleros y la construcción de tanques de almacenamiento.

• La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) presentó su prospectiva donde anticipa un incremento en la demanda de petróleo para 2022. Su estadísticas muestran que el consumo mundial pasará de los actuales 95.4 millones de barriles diarios a 102.3 miles de barriles.

• Canamex decidió terminar anticipadamente el contrato que obtuvo el año pasado durante la licitación de la Ronda 1.3. La CNH cumplió plenamente con el marco legal: la empresa deberá cumplir con el compromiso mínimo de trabajo (sea en efectivo o con trabajo realizado) antes de poder regresar el área para que sea licitada de nuevo.

Gracias por leernos,

Pablo

pablo.zarate@pulsoenergetico.org