Conectando dos eventos significativos del mundo petrolero mexicano esta semana, es imposible no pensar lo mucho que le hubiera gustado al Dr. Edgar Rangel poder ver lo que, como industria, presenciamos hace unos días: un descubrimiento significativo que, claramente beneficia a México en general por haber sido producto de una empresa privada a partir del nuevo modelo energético mexicano.
El descubrimiento de un nuevo horizonte productor a partir del pozo delimitador Amoca-2 de Eni, representa una serie de beneficios para el país, que van desde el aprovechamiento de sus recursos energéticos; al menos cientos de millones de dólares en inversión; empleos directos e indirectos; impuestos y derechos cobrados y por cobrar; hasta regalías millonarias que eventualmente (durante la fase productiva) se colectarán. Como la Secretaría de Energía (Sener) enfatizó en un comunicado, entre la serie de beneficios, destaca que México recibirá 83.75% de las utilidades que genere el proyecto de la empresa Eni.
Es importante destacar que estas excelentes noticias son enteramente producto del nuevo modelo energético mexicano. Como tal, demuestra con mucha claridad que el corazón de los cambios en la industria no significa, como algunos argumentan, la reasignación de oportunidades—sino la expansión de la frontera de posibilidades. El descubrimiento de Eni se da en un bloque que no fue prioritario para Pemex en la Ronda Cero. Así que se vale decir que, sin la inversión y las decisiones exploratorias de Eni, estos recursos se hubieran ignorado y relegado entre otros proyectos de la empresa a un papel secundario. En unos meses, cuando se haya cuantificado por completo y su comercialidad se haya confirmado, estaremos hablando de las primeras reservas que el nuevo modelo incorpora.
En un artículo de opinión, nuestro invitado John Padilla analiza el tema con mayor profundidad.
El anuncio de Eni honra la memoria de Edgar, quien trabajó incansablemente en esta misma dirección, buscando siempre que México y su Estado tuvieran más herramientas para promover el crecimiento de su sector. A un año de su partida, su espíritu está más vivo que nunca. Recordar su legado es un poderoso motivo para que gobierno, industria y sociedad sigamos trabajando para revigorizar la exploración y producción petrolera en nuestro país.
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En este mismo sentido, dedicamos nuestro Pulso Semanal a un tema de gran importancia para el futuro energético del mundo en general y de México en lo particular: el gas natural visto desde la perspectiva ‘no convencional’. En nuestro artículo central, concluimos que el potencial del lutitas o shale mexicano puede impulsar al gas y los líquidos que salen con él de actor secundario a protagónico (desde la perspectiva de la oferta—desde la perspectiva de la demanda, el gas en México ya tiene un rol central).
Naturalmente, hay una serie de retos de gran magnitud—desde el hecho de que hasta hoy la producción ha es incipiente hasta la hiper-competitividad de la industria del otro lado de la frontera. Pero, si hoy se construyen las políticas correctas, en unos años el shale gas podría ser un motor significativo de la producción nacional. Esta perspectiva de política pública la exploramos proponiendo 5 claves para que el desarrollo de shale prospere.
Por último, reconociendo que la conversación de shale es un tema plagado de mitos, ofrecemos una breve lista de mitos y realidades del ‘fracking’. Seguro revisitaremos este tema después.
Por si te lo perdiste
Ya platicamos de Eni, que sin duda se llevó los titulares de la semana. Pero estos dos otros temas te pueden parecer interesantes.
- De acuerdo con IHS Markit, la cuenca terrestre Tampico-Misantla podría ser una de las 24 ‘super cuencas’ del mundo. Este término, de acuerdo con la metodología de IHS, identifica a cuencas que ya han producido 5 mil millones de barriles de petróleo crudo equivalente y podrían tener otros 5 mmmbpce (al menos) en recursos. Que se esté comparando a Tampico-Misantla con Permian (una cuenca en Texas que actualmente es considerada uno de los plays con mayor potencial) es motivo para optimismo.
- Food for thought: en un interesante ensayo para Aeon, Lewis Dartnell (un investigador de la Universidad de Leicester) se pregunta si se hubiera podido industrializar al mundo sin combustibles fósiles. Su respuesta es tan creativa como detallada. Aún si no estás de acuerdo, las 3,400 palabras de su ensayo valen la pena.
Que tengan una excelente semana. Cualquier comentario o aportación, aun si es crítica, es bienvenida.
Mientras: gracias por leernos.
Pablo