Es imposible administrar el sector energético sin una visión de largo plazo. Este axioma no depende ni de ideología ni de modelo, sino de la realidad del desarrollo de infraestructura petrolera. Aún antes de la creación del nuevo modelo energético mexicano, las prospectivas energéticas de Sener (y, en su momento, la Estrategia Nacional de Energía) ya analizaban un periodo de 15 años hacia adelante.

La industria internacional, sin embargo, ha traído un horizonte de planeación más largo. A partir de las conversaciones de México por entrar a la Agencia Internacional de Energía, se publicó el primer documento de prospectiva energética mexicana hasta 2040, un horizonte de planeación 60 por ciento más largo que el del gobierno federal.

Esta semana, la Asociación Mexicana de Empresas de Hidrocarburos (Amexhi) reconfirma y extiende esta nueva barra más alta (o larga). Su documento “Agenda 2040: Transformando a México” es un ambicioso ejercicio de análisis histórico, desde los inicios del siglo XX, e investigación prospectiva, hasta 2040. Abarca unos 140 años, identificando las grandes tendencias que se llegan a perder con una visión más reducida.

Por ejemplo, en una parte crucial del documento, se concluye que es cuando el modelo económico y el energético se alinean que se genera prosperidad de manera sostenida. Estas son buenas noticias: después de haber permanecido dislocados por un buen tiempo, hoy ambos sectores (abiertos y buscando generar competencia en los diferentes eslabones) están en concordancia. Lo que se requiere, como concluimos también en nuestro análisis de esta semana, es constancia disciplinada en ambas.

Hacia adelante, haber adoptado un horizonte más largo de planeación no obedece a un capricho. En el 2040 de Amexhi se habla de crecimiento, por supuesto. Generarlo siempre toma tiempo. Pero también se habla de crecimiento de calidad – algo que toma todavía más tiempo. México se ha atorado como un país de “baja complejidad económica” – es decir, produce bienes que, en su mayoría, requieren relativamente poco conocimiento para ser producidos.

¿Qué tiene que ver el petróleo con todo esto? Que la energía barata y confiable es un elemento amalgamador clave, que permite generar puentes de competitividad entre industrias y espacios adyacentes. Por ejemplo, entre producir pantallas planas (algo que ya hacemos mucho) y producir chips de computadoras (algo que apenas empezamos a hacer y parece clave para el futuro).

Como César Hidalgo y Ricardo Hausmann (del MIT y Harvard, respectivamente) explican:

“Los países que son capaces de mantener una amplia gama de conocimientos productivos, incluyendo algunos únicos y de alta sofisticación, son capaces de producir una amplia gama de productos, incluyendo productos complejos que otras economías no pueden producir”

Esa es la verdadera competitividad a la que debemos aspirar como país: ganar no por regulación ni aislamiento sino por haber logrado hacer lo que los demás aún no pueden.

En otro tema, Pulso Energético cumple un año de operar y el equipo completo quiere agradecerles a ustedes por su lectura constante y su fidelidad a esta publicación. Como aniversario, les queremos adelantar que pronto verán cambios importantes en nuestros contenidos al mismo tiempo que abriremos nuevos canales para hacerles llegar nuestros análisis… y no estaremos solos. Como dijimos hace un año, los monólogos nos parecen terriblemente aburridos, preferimos el diálogo, así que no dejen de enviarnos sus comentarios, sus propuestas de artículos de opinión y sus tips de temas. Como parte de este aniversario, los invitamos a leer nuestro editorial de esta semana.

Por si te lo perdiste

• Esta semana se dio uno de los congresos energéticos más importantes del mundo: el CeraWeek que organiza IHS Cera. Les recomendamos este compendio de análisis que elaboró CNBC.

• Durante el CeraWeek Pemex hizo un anuncio importante: está buscando socios para crudo pesado en aguas profundas del Golfo de México para poder lanzar más farmouts.

• Otra noticia de Pemex es que firmó los contratos petroleros con Cheiron y Deusche Erdoel para la explotación de los campos Cárdenas-Mora y Ogarrio que ganaron en año pasado en la segunda licitación de asociaciones de Pemex.

• Por cierto, no se pierdan esta nota de Daniel Rodríguez, de Platts, sobre los farmouts de Pemex. La nota tiene un gran detalle sobre el potencial que pueden representar estas asociaciones para la empresa. Un ejemplo es que si el programa de asociaciones se logra concretar, se agregarían 267 mil barriles diarios de crudo para 2020 y la empresa llegaría a producir 2 millones 72 mil barriles diarios.

Gracias por leernos,

Pablo Zárate

pablo.zarate@pulsoenergetico.org