La Ronda Perdida

Share:

El 27 de marzo de 2018, 18 empresas de 12 países diferentes (entre ellas, varias mexicanas) se reunieron para competir por uno de los 35 contratos petroleros que la Comisión Nacional de Hidrocarburos concursó ese día. En total, se otorgaron 16 contratos a quien ofreció las regalías más altas para el Estado, se comprometieron 9 nuevos pozos petroleros y se pagaron 124 millones de dólares en bonos para desempatar las ofertas de las empresas.

Esta licitación, la primera de la Ronda 3, marcó la última ronda petrolera de México.

Han pasado exactamente 18 meses desde entonces; tiempo perfecto para haber licitado una ronda más en aguas someras, aguas profundas y campos terrestres, con áreas tanto exploratorias como de desarrollo.

Tomando que en promedio se adjudicaron en cada licitación 8 contratos en aguas someras, 15 terrestres y 14 en aguas profundas, la Ronda Perdida representa para México:

  • 52 nuevos contratos no otorgados
  • 72 pozos petroleros nuevos que no se van a realizar
  • 23 mil millones de dólares de inversión que no se va a ejecutar
  • 3 millones de dólares por bonos de desempate en cada contrato no adjudicado.

Esta carencia de actividad, naturalmente, se traducirá en barriles no producidos y en recursos que tardarán más tiempo en encontrarse y extraerse. Esto, sin contar el retraso en el desarrollo de cuencas tecnológicamente fronterizas, como es el caso de aguas profundas y yacimientos no convencionales que estaban programados para concursarse en las siguientes rondas que no se han convocado.

Esta es una enorme oportunidad perdida.

 

Lo licitado es muy competitivo

Los 9 concursos de las rondas 1, 2 y 3 y las 3 asociaciones que se licitaron con Pemex, nos mostraron lo competitivo que puede ser México para atraer actividad nueva al sector petrolero cuando los términos contractuales, el esquema fiscal y las variables de concurso son atractivas. En las 9 licitaciones que se realizaron, se recibieron en promedio entre 2 y 5 propuestas por cada área que se concursó.

Las propuestas de las empresas venían acompañadas de actividad adicional. Aún sin conocer si habrían o no recursos en sus áreas, las empresas que participaron en las rondas comprometieron la perforación de 85 pozos nuevos ―la gran mayoría exploratorios en regiones tecnológicamente fronterizas para México, como aguas profundas. En los concursos de algunos de estos contratos, las empresas participantes comprometieron el pago en efectivo de varios bonos para el Estado para desempatar las ofertas. En total, el Fondo Mexicano del Petróleo recibió más de 860 millones de dólares por estos bonos de desempate.

La competitividad también generó actividad nueva.

Las inversiones y la actividad detonada por las rondas ya concursadas se reflejan tanto en nuevas reservas petroleras como en producción constante. En 2019 ―5 años después de que se licitaron los primeros contratos― ya se contabilizan 600 millones de barriles de petróleo y gas natural en reservas 1P (las de mayor certidumbre de extraerse) y mil 800 millones en reservas 3P. En producción, los contratos cerrarán este año con una producción de 50 mil barriles diarios de crudo, con la prospectiva de que para 2024 alcanzarán los 280 mil barriles diarios.

Resultados por licitación realizada y compromiso de trabajo

Contratos ofrecidos Contratos adjudicados Inversión estimada total (mmUSD) Pozos comprometidos
1.1 14 2 2,600 N/A
1.2 5 3 3,000 N/A
1.3 25 25 1,100 N/A
1.4 10 8 41,000 8
2.1 15 10 8,192 9
2.2 10 7 1,100 11
2.3 14 14 949 25
2.4 29 19 93,000 23
3.1 35 16 8,600 9
Fuente: Rondas México; Comisión Nacional de Hidrocarburos; Secretaría de Hacienda y Crédito Público; eventos de presentación y apertura de propuestas de cada licitación.
N/A: No Aplica. Las licitaciones de rondas 1.1, 1.2 y 1.3 no se consideró el compromiso de trabajo y perforación de pozos como una variable de adjudicación de contratos. En estos tres casos, las empresas comprometían Unidades Mínimas de Trabajo que se pueden acreditar con distintas actividades.

 

La ronda que dejamos ir

La suspensión de las rondas petroleras no sólo limita el crecimiento del sector pues, además, reduce el efecto multiplicador y de economías de escala que se pueden generar entre los distintos contratistas.

Es por esto que realizamos la evaluación de lo que implicaría la oportunidad perdida de no licitar una ronda similar a las que ya se han concursado previamente. En un promedio, en las rondas 1, 2 y 3 se concursaron 17 áreas en aguas someras, 33 áreas divididas en dos concursos de yacimientos terrestres y 20 bloques en aguas profundas, de los cuales el 66 por ciento se adjudicaba. En las licitaciones donde se comprometió trabajo adicional, se aseguraba la perforación de 1.2 pozos en promedio por área.

Resultados de las rondas 1, 2 y 3 por cuenca

Por cuenca Contratos ofrecidos Contratos adjudicados Inversión total (mmUSD)   Inversión por contrato adjudicado (mmUSD)
Aguas someras 69 31 22,392 722.3
Terrestres 49 46 3,149 68.5
Aguas profundas 39 27 134,000 4963.0
Total 157 104 159,541
Fuente: Rondas México; Comisión Nacional de Hidrocarburos; Secretaría de Hacienda y Crédito Público; eventos de presentación y apertura de propuestas de cada licitación.
Nota: El monto total de la inversión resulta de la sumatoria de los montos de inversión anunciados en todas las licitaciones por tipo de cuenca. En aguas someras se consideran las rondas 1.1, 1.2, 2.1 y 3.1; en campos terrestres, la 1.3, 2.2 y 2.3; para aguas profundas, 1.4 y 2.4.

 

Con estos promedios una Ronda modelo tendría las siguientes características.

Ronda Modelo
Áreas para asignar Inversión total (mmUSD)* Pozos totales
Aguas someras 8 7,085 6
Terrestres 31 2,749 51
Aguas profundas 14 67,633 15
Total 52 77,467 72
Fuente: Elaboración propia con base en información de las rondas previas contenida en Rondas México; Comisión Nacional de Hidrocarburos; Secretaría de Hacienda y Crédito Público; eventos de presentación y apertura de propuestas de cada licitación.
*Este monto de inversión es el máximo posible que se pudiera alcanzar sin considerar un riesgo geológico promedio. Considerando un riesgo de 30%, el monto global es de 23 mil 240 millones de dólares.

 

Con estos datos, la carencia de una ronda petrolera representaría para México:

  • 52 nuevos contratos no adjudicados

Una ronda promedio, como las que ya se han licitado, implicaría concursar 69 áreas petroleras donde, según la probabilidad de las rondas pasadas, se podrían adjudicar el 66 por ciento de las áreas concursadas ―52 en este caso.

De los contratos adjudicados, 8 serían de aguas someras, 31 de campos terrestres y 14 en aguas profundas.

Cabe destacar que las rondas petroleras mexicanas fueron evolucionando en sus términos y condiciones para adaptarse mejor a lo que el mercado internacional esperaba de los concursos mexicanos. Con esto, la Ronda Dos tuvo una tasa de adjudicación más alta que la primera.

 

  • 72 Pozos sin perforar:

En las rondas petroleras 1.4 a 3.1 ―donde se considera la variable de adjudicación la perforación de los pozos, las empresas se comprometieron a realizar 85 perforaciones. Es decir: por cada contrato adjudicado donde se tomó en cuenta esta variable, se comprometió la perforación de 1.2 pozos.

En el prototipo de ronda promedio que estimamos, el número de pozos sin perforar asciende a 74.

Los pozos son importantes para México ya que con ellos se confirma o niega la existencia de hidrocarburos, se incorporan reservas nuevas, se descubren nuevos horizontes productivos y se genera información geológica que se puede utilizar en otras áreas para identificar nuevos yacimientos potenciales.

 

  • 23 mil millones de inversión no ejecutada

A la par de la nueva actividad, la falta de nuevas rondas tiene un impacto en las inversiones que se atraen por cada área concursada y adjudicada.

De los 9 concursos de las dos primeras rondas petroleras la Comisión Nacional de Hidrocarburos estimó que se podrían invertir hasta 159 mil millones de dólares sin considerar ningún riesgo geológico. Este número podría ser de alrededor de 48 mil millones de dólares si se considera una probabilidad de éxito promedio de 30 por ciento.

En nuestra Ronda modelo que no se licitó, por 52 contratos adjudicados, las inversiones totales podrían ascender hasta a 80 mil millones de dólares ―sin considerar un monto con riesgo geológico― y 24 mil millones de dólares ya considerando este factor de riesgo.

Para dimensionar el monto de las inversiones perdidas, estos 24 mil millones equivaldrían a mantener por más de 18 años el programa Jóvenes Construyendo el Futuro de la Secretaría de Trabajo y Previsión Social o a sostener por 3.6 años el presupuesto de la Secretaría de Salud, previstos para 2020.

Cabe mencionar que estos recursos no sólo llegan al Fondo Mexicano del Petróleo, sino también a los Estados y comunidades donde operan las empresas a través del pago de impuestos locales y participaciones.

 

  • Los Bonos que no llegan

La Ronda Dos petrolera y las licitaciones para asociaciones con Pemex tuvieron como uno de sus cambios poner como criterio de desempate el pago de bonos. Si se replicaran los promedios de bonos de la Ronda Dos, México dejaría de recibir alrededor de 40 millones de dólares por cada área no adjudicada donde se aplicara este criterio.

 

  • Asociaciones

En las rondas, también Pemex se vio beneficiado por la competitividad del sector petrolero mexicano y de las licitaciones, ya que a través de ellos pudo conseguir nuevos socios operativos y financieros que comparten el riesgo, las inversiones y las operaciones de los proyectos. Las asociaciones concursadas de Pemex fueron para los campos Trión, Cárdenas-Mora y Ogarrio.

En promedio, por cada asociación, Pemex obtuvo 2 mil 374 millones de dólares de inversión para complementar los proyectos que la empresa estaba desarrollando individualmente. Adicionalmente, las asociaciones le implicaron a Pemex la posibilidad de acelerar el desarrollo del bloque Trión en aguas profundas ― la empresa socia, BHP, ha operado en varios países en proyectos similares― y de acelerar las inversiones en otros campos como Cárdenas-Mora y Ogarrio.

 

Pero las implicaciones de no licitar nuevas rondas son más grandes que si se replicaran los resultados de las rondas previas. Con la cancelación de las licitaciones 2 y 3 de la Ronda Tres, México dejó pasar la oportunidad de encontrar operadores que iniciaran la evaluación de sus yacimientos no convencionales. La falta de nuevos concursos, sumados a los planes de Pemex de enfocarse sólo en aguas someras y campos terrestres en el resto de la administración actual, ha reducido las expectativas de que México pueda aprovechar estas áreas productivas y arrancar su desarrollo que se ha detenido en los últimos años.

Previous Article

#PulsoIMCO con Eduardo Prud’homme: De dónde venimos y a dónde vamos en gas natural

Next Article

Los pozos que sí se van a hacer

Recomendaciones

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *