Pemex no es la única empresa que ha buscado desarrollar aguas profundas en el mundo. En Latinoamérica existe otro ejemplo de una actividad similar: Brasil.
La empresa estatal, Petrobras, tenía el monopolio de la actividad petrolera en los años 80, cuando hizo los primeros descubrimientos en la cuenca de Campos. En 1986, el Estado creó un Programa de Innovación Tecnológica y Desarrollo Avanzado de Aguas Profundas para desarrollar las habilidades de operar en aguas profundas que iban de los 2 mil a los 3 mil metros.
En 1995 se hicieron cambios a la Constitución de Brasil, con lo cual se terminó el monopolio de Petrobras; se creó el órgano regulador, la Agencia Nacional del Petróleo, y se iniciaron las rondas petroleras. Con este cambio, también inició una nueva era exploratoria en Brasil que, en el año 2007, daría como resultado el descubrimiento del yacimiento Lula, que se consideró como uno de los más grandes del mundo en las últimas tres décadas.
A partir de este descubrimiento, el país generó un esquema de desarrollo alrededor de estos yacimientos presalinos que se ha modificado en los últimos años para permitir la participación tanto de Petrobras como de distintas empresas.
Actualmente, se estima que Brasil tiene alrededor de 48 mil millones de barriles de petróleo en reservas en aguas profundas.
Principales áreas petroleras de Brasil