La promesa al norte del arrecife

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Por: Gonzalo Monroy

La continua oferta de bloques ahora ya instalada en la Ronda 3 que se anunció hace unos cuantos días, ha generado confianza y entusiasmo en la industria petrolera nacional e internacional. Sin embargo, ese ánimo generoso ha mermado ligeramente con el anuncio de la remoción del bloque 30 de la Licitación 2.4, recursos en aguas profundas, a concluir a fines de enero de 2018.

La licitación 2.4 constaba de 30 bloques, divididos en 4 zonas: Perdido (frente a las costas de Tamaulipas), Cordilleras Mexicanas (frente a las costas de Veracruz), Cuencas Salinas (al norte de las costas de Tabasco) y la Plataforma de Yucatán (al norte de la costa de Yucatán). Varios de los bloques ofertados en la licitación 2.4 son contiguos a bloques licitados con anterioridad, así como de farmouts ya firmados o en concurso. Por la diversidad de recursos y resultante diversidad geológica y de riesgo, los bloques ofertados son bastante heterogéneos en su tamaño; los hay desde 1,800 km2 hasta más de 4,000 km2.

No obstante, la Secretaría de Energía (Sener) ha decidido retirar de la licitación el bloque 30, el más grande con una extensión de 4,400 km2, debido a preocupaciones ambientales y de afectación a la pesca en las costas de Yucatán. Como tal, ha pedido a la Agencia Nacional de Seguridad Ambiental y Protección al Medio Ambiente del Sector Hidrocarburos (ASEA) que lleve a cabo estudios adicionales de impacto ambiental sobre el área natural protegida conocida como Arrecife Alacranes, situada en la parte norte de la Península de Yucatán, aproximadamente a 188 kilómetros de Puerto de Progreso. Este arrecife se localiza dentro de la zona de salvaguarda denominada Arrecifes de Coral del Golfo de México y Caribe Mexicano, establecida bajo decreto presidencial el 5 de diciembre de 2016.

El bloque 30, localizado en la región del Escarpe de Campeche, se localiza a poco menos de 24 kms. de la banda de salvaguarda (buffer zone), a 48 kms. del área natural protegida y a 64 kms. del Arrecife Alacranes. Estas son distancias considerablemente mayores a las que Brasil, Indonesia, Venezuela y Trinidad & Tobago han impuesto para el desarrollo cerca de sus arrecifes.

Originalmente, el bloque 30 ni siquiera estaba considerado en la última versión del Plan Quinquenal de Licitaciones, presentado por Sener en marzo de este año. Sin embargo, nueva información sísmica fue presentada en el proceso de nominación, y por ende la Secretaría considero incluir dicho bloque en la licitación 2.4.

El atractivo de este bloque es incierto; al día de hoy, de acuerdo con información de la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH), el bloque 30 cuenta con 100 por ciento de sísmica 2D, realizada en 2003, pero 0 por ciento de sísmica 3D. También es una región que no tuvo la atención necesaria por mucho tiempo. Petróleos Mexicanos perforó algunos pozos en la zona somera de la Plataforma de Yucatán en los primeros años de los años 70, sin ningún hallazgo significativo. El pozo más relevante de esa época fue el Huntaz-1, perforado en 1978, declarado como pozo seco. Otro fue el Canek-1, de 1998, localizado a 38 kms del Arrecife Alacranes, que fue abandonado por falta de presupuesto. En términos de alcance, el prospecto Chabeh-1 de 1999, localizado a 300 kms del puerto de Progreso y dentro de lo que hoy sería el Bloque 30, fue considerado como un objetivo inadecuado.

Recientemente, se ha hablado que la provincia del Escarpe de Campeche, ese estrecho que divide la Plataforma de Yucatán somera y el Abismo de Sigsbee, tiene un potencial similar o superior al del Pré-Sal brasileño. Si bien el Escarpe de Campeche, como zona ofrece similitudes geológicas a las encontradas en el Cañon de Keathley del lado americano, es muy pronto para hablar de sus recursos prospectivos.

Es de alabar la prudencia de las autoridades ante una eventual situación ambiental sensible, pero en el proceso, se ha inhibido el esfuerzo por entender una región frontera nueva, que, según a quién se le pregunte, ofrece una cantidad considerable de hidrocarburos para México en décadas por venir. Se esperaría que en futuras licitaciones se incluyan más bloques (aunque de un tamaño menor a 4,000 km2) en el Escarpe de Campeche con un mayor componente en el compromiso mínimo de trabajo, para finalmente darle mayor certidumbre, a través de pozos exploratorios, a un área de gran potencial.

 

Gonzalo Monroy

Director general de la empresa de consultoría GMEC

@GMonroyEnergy

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