Issue Brief: El papel del comisionado presidente

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Nadie cercano al sector energético es ajeno a las siglas CRE, CNH. Nadie en el sector ignora que estos árbitros tienen el propósito de velar por reglas parejas para todos los participantes del sector y que son los encargados asegurarse que sea un juego limpio y equitativo. Pero ¿cómo consiguen ser neutrales? ¿Qué significa ser un regulador cuando no dictan la política energética del país pero sí tienen a su cargo aplicarla y vigilar que sea lo más provechosa posible?

Vicente Melchi y Rogelio Hernández Cázares, como los dos nuevos comisionados presidentes de la Comisión Reguladora de Energía y la Comisión Nacional de Hidrocarburos, tendrán que contestarse esta misma pregunta conforme se adaptan a sus nuevos roles. El momento coyuntural por el cual está transitando el sector energético ―adaptándose a la política de la nueva administración al mismo tiempo que se regula lo alcanzado en los últimos años― es momento perfecto también para hablar sobre las expectativas del sector sobre el papel que deberán fungir los dos nuevos comisionados.

A diferencia de otras instituciones donde el presidente o director general es el eje rector y toma todas las decisiones (como es el caso de la ASEA, cuyo caso analizamos en este texto) en los órganos reguladores los comisionados presidentes tienen un papel doble. Primero, como miembros de un órgano colegiado de decisiones -el Órgano de Gobierno- donde son solo uno de 7 comisionados que participan en las discusiones y ejercen las atribuciones de la Comisión. El segundo papel es liderar la organización y la estructura interna para mantener al formar los cuadros de especialistas que van a a ser la estructura de soporte del Órgano de Gobierno y que aplicarán la regulación.

Ambos papeles consolidan a la vez a un líder como a un asesor y por ello nos dimos a la tarea de definir explicar ambos casos y las expectativas que hay sobre los dos nuevos Comisionados. Estas recomendaciones son, además, particularmente necesarias cuando consideramos que los órganos reguladores, al operar como representantes del Estado, las regulaciones que han emitido ya dieron como resultado la inversión de decenas de miles de millones de dólares en infraestructura, actividad nueva, construcción de mercados de energía, etc.

 

El doble papel: primus inter pares

Un secretario técnico describía al comisionado presidente como un primus inter pares. Se refería a que, en el Órgano de Gobierno, el presidente es un integrante del grupo sin estar por encima del resto de los comisionados.

En la Ley de los Órganos Reguladores Coordinados en Materia Energética (LORCME) se describe al comisionado presidente como aquel que, dentro del Órgano de Gobierno convoca a las reuniones -en conjunto con la Secretaria Técnica-, tiene un voto de calidad en caso de empate y fomenta las discusiones y el diálogo. Pero esas son todas las atribuciones que, en el Órgano de Gobierno lo diferencian del resto. Su papel dentro del grupo de máxima autoridad dentro de la Comisión es como un integrante más con voz y voto, pero sin privilegios en la toma de decisiones por encima del resto.

Esta participación colegiada toma particular relevancia si consideramos que, en la toma de decisiones sobre el futuro energético de México, la discusión y el diálogo constructivos dirigen la administración de toda la cadena de valor del sector, tanto en petróleo como en electricidad. Si bien todos los comisionados tienen en su currículum experiencia en el sector energético (este es un requisito para ser comisionado), cada uno tiene una perspectiva única y diferente al resto. Esto hace que los disentimientos entre los 7 integrantes del Órgano no sean excepcionales, pero también permite evaluar cada tema desde perspectivas diferentes y a partir de las distintas implicaciones que tiene para el sector.

Con este panorama, el papel del comisionado presidente se ha centrado en promover un debate y aprovechar las cualidades y experiencia de cada uno de los comisionados para evaluar los temas y el impacto de las decisiones que se van a tomar. Esta práctica debe continuar para asegurar que las aprobaciones y las opiniones que se generen en el Órgano de Gobierno apunten en la dirección hacia la cual los comisionados quieren llevar a la institución.

 

5 recomendaciones para los nuevos comisionados

Fuera del Órgano de Gobierno, los comisionados presidentes son la cabeza de las instituciones que dirigen. Tienen injerencia tanto en la estructura de la institución como de las personas que en ella laboran. De ellos depende que tanto la CRE como la CNH tengan áreas técnicas suficientes y fuertes para aplicar la regulación; de administrar los procesos para hacerlos eficientes, proponer nuevas actividades que ayuden a ejercer mejor sus atribuciones y, además, ser la cara de las instituciones fuera de ellas.

Cada una de estas atribuciones (que también están en la LORCME) están encaminadas no sólo a atender las necesidades inmediatas sino proveer de una guía de trabajo para las comisiones a futuro. Las bases que sientan hoy los comisionados, definirán el futuro de las instituciones aún después de que los comisionados hayan terminado sus mandatos.

Estas no son tareas fáciles y por ello creemos que para que la CRE y la CNH no dejen de cumplir su papel, tienen que continuar con estas 5 actividades que sus antecesores implementaron ―en algunos casos extendiendo sus obligaciones para mejorar el cumplimiento de la Ley y para mejorar la regulación que ejercen. Al final, es necesario recordar que a partir del marco regulatorio que han logrado consolidar las dos comisiones hasta ahora, es que se han hecho grandes inversiones en el país.

 

  1. Planear el papel de la Comisión hoy y mañana

En un panorama donde el nuevo modelo energético aún se está asentando, la CRE y la CNH que planear el papel que tendrán hoy para ser más eficientes y el que tendrán mañana cuando la operación de los mercados energéticos tome un ritmo constante.

Una de las actividades más importantes que los comisionados presidentes deben cumplir es definir el rol que hoy pueden ejercer ambas instituciones para encaminar a sus regulados hacia la formación de mercados fuertes y resilientes; y cómo pueden adelantarse a las necesidades del futuro. En conjunto con el resto de los Comisionados, el Presidente debe establecer una serie de metas y objetivos, claros y medibles, para asegurar que la institución está preparada para enfrentar los retos del mañana.

 

  1. Fortalecer a las áreas técnicas para mejorar la regulación.

Tanto la CRE como la CNH cumplen un papel único dentro del sector energético. Como lo dijimos anteriormente, son los árbitros que mantienen un piso parejo para todos los regulados y permiten que el juego sea ágil y dinámico. Para cumplir este papel, ambos organismos descansan en el apoyo de sus áreas técnicas quienes proveen de la información necesaria a los comisionados para tomar las mejores decisiones. De hecho, tanto la CRE como la CNH se han construido una reputación positiva en torno a la calidad de sus áreas técnicas.

Ya que los comisionados presidentes son quienes tienen a su cargo la estructura de las instituciones ―sin considerar el Órgano de Gobierno― es importante que los dos nuevos titulares mantengan la fortaleza de los equipos que ya operan. Esto con el objetivo de asegurar que las decisiones que toma la institución, tanto hacia los mercados como a los regulados, tienen el sustento suficiente de investigación y análisis que aportan las áreas técnicas. Esto también da certeza a las empresas que ya operan en el sector de que los órganos reguladores tienen capacidad de supervisión y aplicación de sanciones en caso de que alguien cometa una falta o que se corregirán las distorsiones en el mercado para promover una competencia integral.

 

  1. Fomentar y fortalecer la cooperación con otras dependencias

La aplicación del nuevo modelo energético involucra a un amplio número de Secretarías —como Economía, Hacienda y Crédito Público, Medio Ambiente y Recursos Naturales—y autoridades regionales y locales.

Tanto la CNH como la CRE han tomado un papel importante al tratar de coordinar las operaciones con estas dependencias. Particularmente la CNH, como parte del proceso de transparentar la información relacionada con la ejecución de los contratos petroleros, ha creado portales de información donde no sólo se reflejan los datos de cumplimiento en la regulación que aplica la CNH, sino de los avances que han tenido estos contratos con otras dependencias. Un ejemplo es que en el portal de Rondas México se puede consultar las Manifestaciones de Impacto Ambiental que aprueba Semarnat; el porcentaje de cumplimiento con las reglas de contenido nacional que verifica SE; y se detallan los pagos que han hecho los contratos al Fondo Mexicano del Petróleo.

En este caso, el comisionado presidente es el encargado de dirigir los esfuerzos de colaboración con otras dependencias, sea con las Secretarías directamente o, incluso, con los otros reguladores. Cabe destacar que tanto la CNH como la CRE en conjunto con la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente (ASEA) crearon el Sistema de Reguladores del Sector Energético y la Oficina de Asistencia Coordinada del Sector Energético donde los tres organismos determinan cómo harán más eficiente su regulación y facilitarán la cooperación entre unos y otros. Incluso elaboraron un Plan Estratégico 2018-2022 para dirigir sus acciones, mismas que son de revisión contínua para asegurar que se están cumpliendo los objetivos de coordinación institucional.

 

  1. Mantener y mejorar los mecanismos de transparencia en la información.

Buena parte de la reputación positiva que se han creado los órganos reguladores en México ha sido gracias a la transparencia que han mostrado sobre sus actividades y las actividades de sus regulados y a la entrega de información. Aunque la CRE y la CNH están obligadas a otorgar cierta información ya que así se definió en la LORCME, en ambos casos han ido más allá de sus atribuciones y hoy tienen herramientas de información útil para el público. Hoy tenemos la oportunidad de conocer los costos de generación eléctrica y el precio de venta de gasolina en cada estación de servicio; podemos conocer el grado de avance que tienen los contratos petroleros, la documentación que han entregado, el avance en el cumplimiento de sus metas y hasta la producción petrolera pozo por pozo.

Estos mecanismos de transparencia han sido, incluso, reconocidos internacionalmente y modelo para otros países quienes han adoptado medidas similares a las mexicanas. El año pasado, el National Resources Governance Institute reconoció la transparencia de las licitaciones petroleras y del sistema de información creado por la CNH e hizo nuevas recomendaciones para continuar con las buenas prácticas de la institución. En este caso vale la pena destacar el trabajo que ha desempeñado el Centro Nacional de Información de Hidrocarburos (CNIH) quien transfirió y concentró todos los datos petroleros con los que contaba Pemex para asegurar su acceso para toda la población, ya sea a través de los cuartos de datos en las licitaciones, de las Universidades que firman convenios con el CNIH o con los permisos que se pueden solicitar.

Estas plataformas y su mantenimiento, así como la reputación como centros integradores de datos e información, necesitan del apoyo y la supervisión de los comisionados presidentes para mantenerse como centros de información útil.

 

  1. Mantener los grupos de participación ciudadana

Los grupos de participación ciudadana son una herramienta útil para que las autoridades mantengan contacto con las necesidades de distintos sectores de la población relacionados con el sector energético y entiendan sus necesidades. De estos grupos de consulta se alertan posibles riesgos y como mecanismo para mejorar la regulación que ya aplica. Además, mantiene y fortalece la política de puertas abiertas de los organismos reguladores.

La CNH, por ejemplo, ha organizado reuniones con distintos grupos de discusión donde se invitaba a participar a personas de distintas organizaciones. Como parte de estos grupos, se identificaron riesgos futuros de la regulación actual, se hicieron recomendaciones para mejorar la entrega y publicación de información. Si bien las recomendaciones de este grupo de consulta no son vinculantes, sí ayudaron a identificar riesgos y mejorar la regulación actual.

Este tipo de grupos focalizados deben mantenerse y complementarse con los consejos consultivos que se crearon tanto en la CNH como en la CRE con los regulados del sector.

 

El papel que cumplen los órganos reguladores y la credibilidad dentro de su sector energético depende en gran medida e la reputación que se han construido a lo largo de los años como órganos técnicos, imparciales y autónomos. Esta reputación positiva, que se  no sólo depende del comisionado presidente sino de todo el personal, desde el Órgano de Gobierno hasta las bases de las instituciones.

No obstante, mantener esta percepción positiva tanto en los regulados como en la sociedad (nacional e internacional) sí depende de que los comisionados ―en particular el comisionado presidente― pongan metas para que cada institución evolucione positivamente y ofrezca un mejor servicio dentro de sus atribuciones.

A partir de continuar con las buenas prácticas que dejaron los antecesores de las dos comisiones, es posible seguir construyendo a ambas instituciones con parámetros de confiabilidad, credibilidad y fortaleza institucional.

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