El costo de un nuevo monopolio

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Como lo explicó Manuel Molano en nuestro Pulso IMCO de la semana pasada, el regreso al monopolio energético no sólo es complicado sino que generaría conflictos importantes, particularmente cuando el mercado ha sido más eficiente para bajar los precios de los productos y acercarlos al consumidor a través de la competencia, que el mismo Estado en condiciones de decretos.

Aunque en la percepción del público el nacionalismo petrolero histórico juega un papel importante, la presencia de nuevas empresas ha permitido la inversión en el sector sin arriesgar los ingresos del gobierno federal que podrían estar destinados a programas de gobierno y desarrollo social.

Un ejemplo es que, en las nuevas licitaciones petroleras, el Estado obtendrá más del 70 por ciento de la participación del Estado en las utilidades que generen los proyectos petroleros (el restante los tendrá la empresa) sin haber tenido que desviar dinero de programas sociales. Además, las empresas pondrán, a su costo y riesgo, inversiones —de acuerdo a nuestros cálculos— por más de 60 mil millones de dólares para la exploración y producción de los campos que han obtenido (200 mil millones, de acuerdo con los cálculos de Sener, aunque no consideran la probabilidad de éxito) (Fig. 1).

Fig 1: Desarrollo que generarán las empresas ganadoras de los contratos petroleros

Inversión (mdd) 60,400
Pozos petroleros* 85
Ingresos por pagos en efectivo* (mdd) 767
Mdd: millones de dólares. Fuente: RondasMéxico.gob
*Consideran sólo los resultados del cuarto concurso de la Ronda Uno y los 4 de la Ronda Dos. Los primeros 3 concursos de la Ronda Uno implican un compromiso mínimo de trabajo mas no el compromiso de perforar pozos como sí se aplicó en las siguientes licitaciones. El Bono a la firma del contrato se comenzó a emplear a partir de la ronda 1.4. El monto de inversión considera las rondas Uno y Dos con una probabilidad de éxito de 30 por ciento en promedio.

Si estas inversiones no las realizaran empresas privadas, Pemex tendría que incurrir en estos gastos de 60 mil 400 millones de dólares —o 1,200 millones anuales— en el mismo lapso de hasta 50 años que duran los contratos ya adjudicados. Regresar al modelo monopólico implicaría elevar la carga de inversión de Pemex en exploración y producción en al menos 13 por ciento sobre los 9 mil 300 millones de dólares anuales que tiene presupuestado invertir en 2018 sólo para cubrir la parte proporcional de las inversiones privadas para un año. Además, esta inversión adicional se fondearía, seguramente, a través de deuda que respalda el gobierno mexicano con el riesgo de que una parte de estos montos no lleguen a reflejarse en producción petrolera.

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