A pocas semanas de que cumplamos un año en circulación, es buen momento para revisitar uno de nuestros primeros reportes: el Camino a los 640 mil millones de dólares. La industria de exploración y producción (E&P) en nuestro país sigue caminando rumbo a ese objetivo de inversión, planteado por la Agencia Internacional de Energía (AIE) en un lapso de casi un cuarto de siglo: de aquí a 2040.

La Ronda 2 permitió que nuestro análisis evolucione de episodio a serie, o tendencia. También nos da más datos para que nuestras conclusiones sean más precisas y confiables. Pero no ha cambiado la estructura básica de nuestra forma de pensar. Estamos en un modelo que, para alcanzar la ambiciosa meta de inversión, tiene tres motores: la inversión de Pemex, la inversión híbrida (asociaciones Pemex-industria a partir de la Ronda 0) y las Rondas.

Igual como lo hicimos en nuestro primer reporte, en esta edición vamos a dejar fijo el ritmo del primer motor: la inversión individual de Pemex con supuestos muy generosos que asumen un regreso a invertir poco más de 14 mil millones de dólares anuales por 24 años. Le corresponde, entonces, a las Rondas y las asociaciones atraer 300 mil millones de dólares.

La Ronda 1, cuando se incluyen factores de riesgo en proyectos exploratorios, implica un potencial de 20 mil millones de dólares de inversión (incluyendo la inversión en Trión). La Ronda 2 (sumándole las asociaciones de Cárdenas Mora y Ogarrio) consiguió números mucho mayores.

Algunos números, si se toman de forma literal, son un poco engañosos. Tan sólo de la Ronda 2.4, se reportaron 93 mil millones de dólares de potencial de inversión. Pero, como las autoridades han explicado, eso asume 100 por ciento de éxito exploratorio, un supuesto que tiene valor analítico respecto al potencial total –algo que difícilmente se sostiene en la realidad.

El fuerte componente exploratorio de la Ronda 2 implica potencialmente buenas noticias para la restitución de reservas y la identificación de nuevas oportunidades. Pero también implica que mucha de la inversión reportada depende de que se logre un descubrimiento comercial para que atraiga el total por bloque, que en el caso de aguas profundas es de miles de millones de dólares.

Aun cuando el potencial total de inversión de la Ronda 2 se filtra con los potenciales de éxito, el número de todos modos es muy significativo. La Ronda 2, incluyendo las asociaciones, representa 39 mil 600 millones de dólares de inversión probable.

Figura 1: Resultados de la Ronda 2

*Al ser puramente exploratorio, este indicador tiene una tasa de probabilidad de éxito de 30%

Fuente: Milenio, Forbes y El Economista.

En conjunto, la Ronda 1 y la Ronda 2 representan una inversión probable de 60 mil 400 millones de dólares, un avance de 20 por ciento respecto de los 300 mil millones de dólares que las Rondas y asociaciones deberían de atraer, bajo nuestro escenario base de inversión (Figura 2, escenario A). Es decir, se necesita repetir los resultados 5 veces (con 10 rondas que promedien lo mismo). Esta conclusión demuestra, por una parte, que los objetivos planteados por la AIE son realistas y alcanzables y, por la otra, que la meta sigue estando lejos. Aún con resultados extraordinarios, la clave está en la disciplina y en la constancia.

¿Y si Pemex sigue con su ritmo actual?

Es posible que nuestro escenario base sobre-estime la capacidad individual de inversión de Pemex. Asume máximos históricos de inversión en exploración y producción de 14 mil millones de dólares, pero su inversión planteada para 2018 es de sólo 9 mil 300 millones de dólares.

Nuestro modelo de los tres motores es altamente sensible a la inversión de Pemex. Si asumimos que Pemex invertiría 9 mil 300 millones de dólares al año, la demanda de inversiones sobre las Rondas y asociaciones incrementa significativamente, a prácticamente 420 mil millones de dólares.

Figura 2: Inversiones estimadas para alcanzar el escenario AIE*

Fuente: Elaboración propia con información de Pemex, Banxico, Hacienda, AIE, Sener, CNH.

Bajo este escenario más conservador, México necesita 7 dúos más tan exitosos como la suma de la Ronda 1 y la Ronda 2. Es decir, necesita 14 rondas más que, en promedio, sean tan exitosas como el promedio de las dos rondas que nuestro país ha celebrado.