La semana pasada, México dio un paso importante para promover la transparencia. Como resultado de la Ley de Transparencia de 2015, se reformuló el Portal de Obligaciones de Transparencia. En esencia, hay más sujetos obligados a reportar (por ejemplo, sindicatos y partidos políticos). El nivel de información disponible también es mayor.
Esto, naturalmente, nos hizo reflexionar sobre el sector energético. Nuestras conclusiones son optimistas. Más allá de que haya una mayor oferta de información sobre el sector (gracias a iniciativas como esta), el nuevo modelo energético mexicano creó un ‘shock positivo en la demanda sobre información del sector’, como explicamos en nuestro artículo central. Esto significa que hay más incentivos para que esta información, generada a partir de iniciativas con transparencia, se entrelace con mecanismos de competencia y de difusión de información. Hoy hay un sistema que, si bien no es perfecto (ninguno lo es), tiene mayores facultades de auto-acusarse o corregirse.
Nuestro análisis nos hizo ver una relación hasta ahora poco explorada de la firma del Tratado del Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y el surgimiento en una prensa más libre con la creación del nuevo modelo energético mexicano.
Complementamos nuestro Pulso Semanal explorando la fuerza de la ‘internacionalización’ para generar transparencia y reconociendo el rol de la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH) como pionero en adoptar medidas de transparencia.
Además, esta semana incluimos la opinión de Manuel Molano, director general adjunto del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO). Aunque su opinión se centra en el concepto de buscar eficiencia, cuando habla del mercado, inevitablemente acaba pasando por la generación y difusión de información. Para él,
“El mercado ofrece una salida (a la ineficiencia): la parametrización a partir de la competencia. Conforme más y más empresas se involucren en los diferentes eslabones de la cadena de distribución, la información generada a partir de su actividad dejará en claro donde hay oportunidades —ineficiencias que eliminar.”
Es muy interesante pensar en la producción de información desagregada en el contexto de la transparencia.
Por si te lo perdiste.
- Pemex presentó resultados financieros al primer trimestre del año. Reflejó una utilidad neta de 88 mil millones de pesos. Este es el segundo trimestre consecutivo con resultados positivos. El reporte lo puedes consultar aquí.
- La CNH y Pemex firmaron el primer contrato petrolero producto de una migración bajo el esquema de producción compartida. En esta acción, Pemex está reconociendo que las herramientas que el nuevo modelo energético mexicano aporta agregan valor significativo a algunos de sus proyectos.
- En su participación en la OTC de Houston y en una conferencia en la Universidad de Rice, el director de Pemex, José Antonio González Anaya, celebró que por primera vez Pemex tenga todas sus líneas de negocio enfocadas en la rentabilidad. Agregó que la empresa tiene un agresivo programa de alianzas y farmouts que se están concretando.
- En entrevista con El Economista, Carlos de Regules —director general de la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente— explicó un tema que fue motivo de nuestro número de la semana pasada: la agencia requiere de un re-fortalecimiento institucional a través de un mayor grado de autonomía.
- Por último, la columna que publicó ayer Diego Fernández de Cevallos tiene freses e ideas interesantes sobre Pemex y la transparencia.
“No nos engañemos: continuar con la limpieza y modernización de Pemex resulta impostergable. ¿Cómo? Aplicando la ley. Esa ley que exige perseguir a los corruptos; esa ley que establece medidas de prevención, vigilancia y transparencia; esa ley que le permite asociarse con capitales privados, pero salvaguardando el interés nacional. Es largo y difícil el camino, pero no hay otro si de verdad queremos rescatarlo de la bancarrota y que sea una EMPRESA PRODUCTIVA DEL ESTADO” (énfasis de origen).
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