Si googleas “energy sector” (con todo y comillas, por si lo quieres intentar), la entrada de Wikipedia que aparece es la de “energy industry”. En inglés, hace más sentido pensar en industria, que tiene una connotación de competencia entre privados, que en sector, que tiende a ser el término preferido por los gobiernos.
Acá en México, el término preferido ha sido «sector energético». Pero, como varios oradores de la Convención Nacional Petrolera 2018 (CNP) enfatizaron, ya debería dejar de serlo.
No es una discusión de semiótica abstracta; pero sabemos que las palabras informan nuestra manera de ver al mundo.
En la inauguración del CNP, Luis de la Calle (quien, como funcionario público, fue consejero en una subsidiaria en Pemex), recordó que la semana santa era vista como una pesadilla logística para la —en aquel momento— paraestatal. ¿Cómo garantizar el abasto de combustibles en todo el país en una de las semanas en las que el consumo se dispara y disipa más allá de los típicos centros de consumo?
En contraste, para una cervecera privada (donde De la Calle también fue consejero) la semana santa es vista más bien como una bendición. Es una inmejorable oportunidad para inundar de cerveza las playas mexicanas.
Seguramente, las complicaciones logísticas para la cervecera también son grandes. Pero enfocar las cosas como oportunidad en un entorno competitivo, en vez de como problema en un entorno de obligaciones monopólicas, transforma la situación por completo.
La anécdota captura perfectamente la diferencia entre «sector» –de dónde venimos— e «industria/mercado» —a dónde vamos. Este es el punto de partida de nuestro análisis de la semana.
En nuestro espacio de opinión, Benjamín Torres Barrón y Héctor Medina-Perez nos hablan de un tema muy interesante sobre ¿cómo pueden obtener financiamiento las empresas basado en las reservas? El texto es más largo de lo que solemos publicar, pero aborda un conflicto crucial en el sector: el acceso a fuentes de financiamiento utilizando el registro de reservas petroleras.
Por si te lo perdiste
- Este tema de la formación de mercados lo platicamos la semana pasada con Manuel Molano, director general adjunto del IMCO. También llegamos a la conclusión de que la industria energética es, básicamente, una industria de conocimiento. Pueden ver nuestra cápsula desde nuestro muro de Facebook (cada lunes transmitimos en vivo) o desde nuestro recientemente inaugurado canal de Youtube.
- La CNP dio bastante de qué hablar. Desde las aportaciones que hará el sector petrolero a la economía mexicana, los 640 mil millones de dólares que se requieren para desarrollar al sector de aquí a 2040, hasta los planes para continuar con la reforma energética, fueron el tema a discutir durante la sesión completa. Si quieren revivir las reflexiones de la Convención, no se pierda el testo de Raymundo Piñones sobre el evento.
- ¿Cuál sería el costo de anular los avances de la reforma energética? El mejor cálculo de Gabriela Siller, directora de análisis económico y financiero de Banco Base es que se perderían 50 mil millones de dólares sólo en Inversión Extranjera Directa, el tipo de cambio cerraría en 23 pesos por dólar y el país caería en recesión económica.
- El dictamen para fortalecer y dar más autonomía a la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente (ASEA) avanza en la Cámara de Diputados. Los partidos PAN, PRI y PVEM aprobaron en comisiones dotar a la Agencia de mayor autonomía y fortalecer su institucionalidad. Si quieren conocer más de esta iniciativa, pueden consultarla aquí.
- El fenómeno electoral ya está reflejando un impacto en Pemex. De acuerdo con una nota de Justin Villamil, de Bloomberg Markets, el costo de la deuda de Pemex ha aumentado «las promesas del candidato presidencial puntero, Andrés Manuel López Obrador, de ‘regresar el reloj’ están causando nervios entre los bonistas» de Pemex.
Gracias por leernos,
Pablo
pablo.zarate@pulsoenergetico.org