En las siguientes décadas, México sufrirá cambios importantes que son de particular interés para la industria energética. Aquí presentamos algunos indicadores de desarrollo que serán los que dirigirán la evolución del sector:
- Población
Aunque la tasa de crecimiento de la población bajará de 1.2 por ciento anual a 0.41 por ciento, en las siguientes décadas la población mantendrá su tendencia creciente. Hoy México tiene un bono demográfico importante por aprovechar que en el 2030 y años posteriores, estará envejeciendo.
La pérdida del bono demográfico aumentará la necesidad de incrementar la productividad de otros sectores para hacer “más con menos”.
- Inversión en educación
Las inversiones que se realizan hoy día en el sector educativo son insuficientes y están por debajo del promedio de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). El nuevo modelo energético de México representa una contribución para invertir más en calidad educativa porque diversificará las fuentes de inversión en México que generarán recursos al Estado y éstos, a su vez, se pueden derivar al sector educativo.
- Inversiones en infraestructura
México y el sector energético necesitan una fuerte inversión en infraestructura. Los proyectos energéticos representan inversiones comprometidas en toda la cadena de valor del sector, lo cual es una buena noticia. Estos proyectos, además, están comprometidos para periodos largos de operación que se mide en décadas.