Como lo señala la OCDE, el libre comercio y flujo de inversiones no sólo están afectados por las barreras tradicionales de comercio —como tarifas y cuotas de importación/exportación— sino también por las regulaciones internas de cada país que se aplican al mercado.

Para tener una regulación que fomente las inversiones y no sea una barrera de entrada, la OCDE propone una serie de principios que fomentan la apertura sin afectar la competencia entre organismos.

• Transparencia y apertura al proceso regulatorio.

Una regulación que es accesible y transparente, reduce la incertidumbre sobre la aplicación de requisitos. Esto le permite a las empresas prever costos y estimar el retorno de inversiones en sus actividades.

Consultar a la industria a través de mecanismos transparentes y abiertos antes de emitir una nueva regulación (sea técnica, económica, sectorial o de cualquier otro tipo) que afecta su desempeño, se traduce en mejor calidad y en la ejecución de las nuevas medidas, además de que hace más eficientes las operaciones. Así como la innovación es inherente al riesgo, la predictibilidad y el involucramiento que permiten la transparencia, impulsa la innovación al generar un sector más dinámico y menos adverso al riesgo.

• Igualdad en oportunidades competitivas

Un tratamiento discriminatorio en contra de bienes y servicios son un gran desincentivo para la innovación y la competitividad de una industria. Por ello, una regulación que establece un “piso parejo” para todos los competidores de acuerdo con sus capacidades para aprovechar las distintas oportunidades en un país, promoverá mejores condiciones de desarrollo.

• Evitar la restricción al comercio más allá de lo necesario

Una regulación que es descriptiva e impositiva de métodos y procesos en contraposición de una que incentiva las buenas prácticas, limitará el desempeño eficiente del comercio y de las inversiones. La posibilidad de que las empresas puedan cumplir los objetivos regulatorios sin que se les diga exactamente cómo tienen que hacerlo, promueve la innovación técnica de componentes, materiales, producción, procesos organizacionales y estándares. La reducción de regulaciones duplicadas y obsoletas o retrasadas, reduce el costo de cumplimiento y fomenta la competitividad.

• Armonización y equivalencia internacional

La armonización de las regulaciones con sus pares internacionales es un elemento deseable para promover la eficiencia regulatoria y operativa. Las empresas que operan en más de un mercado, necesitan ajustar y cargar con el costo adicional que implica cumplir con estándares nacionales y requerimientos tanto técnicos como comerciales. Basar los requisitos nacionales en medidas internacionales ya aceptadas, promueve la innovación al permitir economías de escala y minimizar las barreras de una competencia efectiva en los mercados.

• Aplicar los principios de competencia desde una perspectiva internacional

La generación de Leyes y reglamentos, así como regulaciones, que promuevan la competencia y el comercio libre, debe ser coordinada con sus pares internacionales para promover la competencia efectiva entre mercados y el desempeño eficiente de los distintos actores.