Licita hoy para generar valor mañana

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El dinero hoy vale más que el dinero de mañana. Si algún día has pedido dinero prestado, que conceptualmente implica traer dinero del futuro al presente, seguramente te has topado con la idea de la tasa de interés. Si has ahorrado en el sistema financiero, que implica mandar tu dinero del presente al futuro, también. En ambos casos, la premisa inicial se mantiene intacta.

En septiembre introdujimos este concepto, aunque de forma menos financiera: invertir tarde hace que gastemos más dinero que podríamos habernos ahorrado si hubiéramos adelantado esos montos a un momento más oportuno. Esto implica que las oportunidades que no aprovechamos hoy, mañana serán menos valiosas.

Tomemos el ejemplo de los bloques que no se han podido adjudicar. En las 12 licitaciones petroleras que se han organizado hasta el momento, se han ofrecido 98 bloques petroleros. De éstos, 72 han sido adjudicados, lo cual deja 26 que se quedaron sin operador que los desarrolle. Sin demeritar el éxito que implica tener una tasa de adjudicación de más del 70 por ciento, los bloques que no se colocaron, representan una suma de 32 mil 450 millones de dólares que no se ejecutarán conforme a las estimaciones iniciales de la Secretaría de Energía (Sener).

Bloques no adjudicados y su inversión asociada estimada
(Millones de dólares)
Licitación Bloques no adjudicados Inversión asociada
1.1 12 6,138
1.2 2 1,680
1.4 2 10,250
2.1 5 4,096
2.2 3 286
Maximino 1 10,000
Total 25 32,450
Nota: Aunque la licitación del campo Ayín-Batsil no fue exitosa, el monto de inversión asociado no se dio a conocer en las estimaciones de inversión y tampoco es correcto compararlo con Cárdenas-Mora u Ogarrio por la disparidad en el tipo de áreas. Por esta razón, el impacto por no adjudicar este bloque no está contabilizado en este ejercicio.
Fuente: Sener, CNH, El Financiero, El Economista, anuncios oficiales.

Para poner en contexto esta cifra, de haberse logrado la adjudicación de los contratos, las estimaciones actuales de inversión de hasta 68 mil millones de dólares, crecerían casi 50 por ciento y las licitaciones petroleras significarían más de 100 mil millones de dólares de inversión, que Sener ha estimado como producto del nuevo modelo energético mexicano.

Claro que el hecho de que no se hayan adjudicado ahora, no previene que se adjudiquen en rondas subsecuentes. Pero esa perspectiva ignora el costo inter-temporal del dinero –la idea de que las inversiones productivas de hoy valen más que las inversiones productivas de mañana.

El costo de la demora

Para analizar flujos futuros, tanto de costos como de inversiones, a “valor presente”, los economistas y financieros usan el concepto de tasa de descuento. La idea principal es que un ingreso (o costo) vale menos mientras esté más lejos en el futuro. Pero también aplica al revés. Gracias a la tasa de interés (un concepto similar a la tasa de descuento), el dinero ahorrado hoy vale mucho más en 25 años, si no se toca, que hoy.

En el mundo petrolero, el 10 por ciento anual es una tasa de descuento muy común. Prácticamente todos los análisis públicos usan el indicador VPN-10 (valor presento neto con tasa de descuento al 10 por ciento) para comparar proyectos entre sí. Al ser un supuesto conservador, es un buen punto de partida para nuestro análisis de los 32 mil 450 millones de dólares que no se han logrado materializar.

Para simplificar, hemos asumido que la inversión encontraba su inicio en 2017, aunque la Ronda 1 completa concluyó en 2016. Si en 2018 se adjudica todo lo que hasta 2017 no salió, México habría “perdido” 3 mil 245 millones de dólares. Si no se han adjudicado para 2024, habría perdido 30 mil 785 millones de dólares.

Costo acumulado de financiamiento por cada año de retraso en los bloques no adjudicados
(Millones de dólares)

 

Fuente: elaboración propia con datos de Sener y CNH

 

Es importante señalar que el dinero “perdido” de esta forma no sólo debería abarcar lo que no se logró adjudicar en las rondas, sino también lo que no se incluyó –o lo que se incluyó pero luego se eliminó. En este sentido, todas las oportunidades que se incluyan en el futuro, pero no ahora, están generando pérdidas financieras para el país –año con año, hasta que se conviertan en proyectos reales.Como es la norma en fenómenos financieros interanuales, el crecimiento del costo es exponencial. La diferencia entre un año y otro es de apenas 10 por ciento. Pero, entre el año 6 y 7, es de casi 94 por ciento. Es decir, las inversiones que no se conviertan en proyecto en un sexenio tendrían que valer el doble para generar un flujo equivalente en el futuro.Fuente: Elaboración propia con datos de la CNH y Sener.Fuente: Elaboración propia con datos de Sener y CNH.

Cabe mencionar que el impacto económico que estamos estimando está subestimado Un cálculo completo necesitaría incluir el impacto por la entrada tardía de los barriles que, como lo hemos señalado, serán más costosos de extraer. Además, se debería cuantificar el retraso en la derrama económica asociada a los proyectos que llega, directamente, a las finanzas públicas de los Estados y de las comunidades aledañas.

Si al fenómeno estrictamente financiero le añadimos la perspectiva del mercado petrolero en el largo plazo, la idea de acelerar el paso cobra mayor relevancia.

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