Las rondas petroleras han resultado en compromisos de inversión significativos que nos han ayudado a llegar a las metas de inversión que han puesto desde la Agencia Internacional de Energía hasta, recientemente, la empresa consultora McKinsey. Estos compromisos, que son variables dependiendo de la etapa en la cual estaban cuando se otorgaron los contratos y de la prospectividad de los recursos, sólo considera los compromisos para el cumplimiento de las primeras actividades obligadas en los contratos y algunas actividades adicionales.
Conforme algunos de estos proyectos progresen en descubrimientos y pasen a etapas posteriores, los compromisos serán mayores. Un ejemplo son los contratos de la ronda 1.2 que, en un inicio, representaban algunos cientos de millones de dólares y, con el paso a proyectos de desarrollo y producción, hoy representan casi 20 mil millones de dólares de inversión.