La reforma energética es más popular de lo que crees

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Hoy hay más personas que apoyan la continuidad de la reforma energética. Las encuestas más recientes de aprobación y opinión muestran un crecimiento respecto a las encuestas de 2013-2014. En los últimos 5 años se han elaborado al menos 6 encuestas de diferentes fuentes que dan cuenta de los vaivenes de la aprobación del sector. Éstas están elaboradas tanto por medios de comunicación como por el Legislativo y empresas privadas.

En agosto-septiembre de 2014, tanto el Centro de Estudios de Opinión Pública de la Cámara de Diputados como el Gabinete de Comunicación Estratégica (GCE) midieron la aprobación de la reforma energética entre la población mexicana. Concluyeron que entre el 36 y 37 por ciento la apoyaban. Eran mucho más los que estaban en desacuerdo: el balance neto de opinión, de acuerdo con el GCE, fue de -9.

Hace un par de semanas, Brookings y El Financiero preguntaron si las reformas al sector energético debían continuarse –es decir, si se aprueban. Encontraron que el 48 por ciento de los mexicanos están de acuerdo con la continuidad. El balance de opinión neto se ha revertido por completo, de bastante negativo a bastante positivo. Hoy es de +11.

Más allá de la aprobación

Los resultados de la nueva encuesta —la primera en publicarse en varios años— revela también distintos matices sobre la posición de los mexicanos sobre distintos temas como la inversión en exploración y producción y los resultados que ha dado la reforma. El 61 por ciento de los encuestados no creen que las reformas estén generando buenos resultados y el 41 por ciento apoya que los privados inviertan en exploración y producción.

Un aspecto relevante es el peso de Pemex en la evaluación. En todas las encuestas, la continuidad de Pemex ha sido un aspecto decisivo y controversial dentro de las encuestas. Las evaluaciones de percepción y opinión la privatización de Pemex, la viabilidad financiera de la empresa y su capacidad productiva son los aspectos que más afectan a la opinión pública.

La encuesta de BGC-Excelsior, por ejemplo, indica que 65 por ciento de los entrevistados prefiere que Pemex se asocie con empresas para explotar nuevos yacimientos en lugar de endeudarse; Vianovo reportó que el 63 por ciento de los mexicanos creían en 2014 que Pemex debía destinar un volumen mayor de sus ingresos para inversión y el 56 por ciento vio favorable que la empresa fuera más independiente, aunque no debería dejar de ser una empresa estatal.

Justo en el tema de Pemex, la encuesta de Brookings-El Financiero tiene resultados donde la opinión pública se contradice. El 50 por ciento de los entrevistados está de acuerdo con que la producción de petróleo en el país debe estar financiada y controlada con el gobierno; sin embargo los mismos encuestados creen que regresar al modelo monopólico no sería una solución y que Pemex no ha actuado en beneficio del País.

Parte de estas contradicciones se pueden deber a la falta de información. Rafael Fernández de Castro, Carlos Pascual y David Víctor (parte del equipo que elaboró la encuesta) señalan que, a pesar de la cobertura mediática sobre el sector, la mayor parte de los encuestados no estaba al tanto de la caída petrolera de la última década.

Figura 1: Evolución de los indicadores petroleros

2003 2017
Reservas 3P (mmbpce) 50,032.0 22,148.5
Producción petrolera (mbd) 3,370.8 1,948.2
Producción de gas natural (mmpcd) 4,498.4 5,068.0
Pozos exploratorios perforados 96 24
Mmbpce: millones de barriles de petróleo crudo equivalente / mbd: miles de barriles diarios / mmpcd: millones de pies cúbicos diarios.
Fuente: Sistema de Información Energética, Sener.

“No debe sorprendernos, por tanto, que haya confusión sobre los beneficios que implica la reforma, pues no había claridad sobre la drástica caída”, concluyeron.

La coyuntura del proceso electoral mexicano, considerado en la encuesta de la semana pasada, indica que los mexicanos quieren discusión sobre la continuidad del tema. El apoyo más importante en la encuesta (64 por ciento) fue para el planteamiento de que los candidatos presidenciales deben pronunciarse sobre el tema, aunque hoy las propuestas son escasas en la materia y quedan interrogantes abiertas como el impacto de congelar los precios de los combustibles y el pago de subsidios.

En este aspecto, la suficiencia de información es vital. Como lo señaló Jude Webber en su columna de 2013 respecto a la encuesta de Vianovo, escuchar los argumentos de la reforma energética elevó la aprobación del plan energético de México. La demostración de los beneficios económicos, así como evitar la propagación de mitos o información poco precisa, permite que las personas tengan una opinión más informada y más a favor del nuevo modelo.

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