La semana pasada, la plataforma de Yucatán se volvió famosa en el mundo petrolero. La Secretaría de Energía decidió reconocerla como una región frontera que vale la pena explorar, incluyendo el bloque de mayor tamaño en considerarse para licitación para la Ronda 2.4.
El viernes, El Financiero publicó un análisis sobre el potencial petrolero que algunos, basándose en información sísmica, estiman que contiene. Como su artículo menciona, es importante notar que es una zona realmente frontera que, al no haber sido explorada, conlleva riesgos muy elevados.
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Recursos
La Plataforma de Yucatán tiene 323 mil kilómetros cuadrados de superficie y es la segunda provincia petrolera más grande en extensión, del país (después de la conocida como Golfo de México Profundo que abarca casi todo el Golfo de México). A pesar de su gran tamaño, en ella no hay reservas contabilizadas ni campos petroleros encontrados, de acuerdo con el registro de reservas que lleva la Comisión Nacional de Hidrocarburos.
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Pozos
El Centro Nacional de Información de Hidrocarburos (CNIH) refleja que en Yucatán y Quintana Roo se han perforado 9 pozos petroleros en toda la historia. Estos datan de entre 1952 y 1984.
El bloque número 30 frente a Yucatán no tiene pozos dentro de su área y el más cercano que se perforó en el mar, es el pozo Huntaz-1 de 1984 donde se encontró aceite pero se encuentra a 250 kilómetros del área propuesta para la Ronda 2.4.
Otros pozos cercanos son terrestres, a 200 kilómetros del área, aproximadamente.
Pozos perforados en Yucatán Pozo Año de perforación Sacapuc-1 1954 Chicxulub-1 1952 Yucatán-6 1966 Ticul-1 1953 Yucatán-5 1965 Yucatán-4 1965 Yucatán-2 1965 Yucatán-1 1964 Quintana Roo-1 1984 Fuente: Comisión Nacional de Hidrocarburos
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Exploración Sísmica
El bloque 30, en Yucatán, sólo cuenta con sísmica 2D disponible para ser consultada por las empresas. Esta sísmica sirve para ver un ultrasonido de la tierra y por sí sola esta información no es suficiente para establecer la presencia de un yacimiento petrolero. En las otras 29 áreas que conforman la licitación se incluye un volumen más amplio de sísmica 2D e incluso de 3D que complementa la información y hace más precisa la evaluación de los yacimientos.