Idea central: Los 2 mil 500 millones de dólares que Hokchi Energy invertirá para cumplir su plan de desarrollo del campo Hokchi (recién aprobado por la Comisión Nacional de Hidrocarburos) en torno al contrato de producción compartida que ganó en la Ronda 1.2 son muy significativos. Son comparables (incluso mayores) que proyectos de gran tamaño como la construcción de plantas automotrices, de la industria cervecera y otros.
Ejemplos concretos: La planta de Ford que iba a construir en San Luis Potosí, cancelada a partir de la presión que el presidente Trump ejerció, representaba mil 600 millones de dólares. Esto representa apenas el 65 por ciento de la inversión de Hokchi.
También es equivalente a 1.5 veces la Fibra E que se emitió para financiar las obras del Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México, que fue de mil 630 millones de dólares aproximadamente[1].
De acuerdo con un reportaje de El Economista, la inversión de la industria cervecera en todo el sexenio ha sido de 5 mil millones de dólares. Es decir, con dos proyectos como Hokchi sería suficiente para igualar la inversión de toda la industria productora de cerveza, de gran importancia en nuestro país.
Hokchi es el primero. De ninguna manera el último. El de Hockhi es uno de los 1 de los 110 contratos petroleros que ya tiene el país firmados con distintas empresas petroleras, aunque es claro que no todos van a tener éxito exploratorio y van a llegar a fase de desarrollo.
En las próximas semanas, se espera que Eni anuncie su plan de desarrollo, que podría implicar inversiones similares en orden de magnitud a las que Hokchi ha anunciado. El consorcio de Fieldwood y Petrobal, que también ganó un contrato en la Ronda 1.2, también podría estar cerca de hacer anuncios de inversión para desarrollo.
¿En qué se va a invertir el dinero? Hokchi planea invertir 2 mil 500 millones de dólares para instalar 2 plataformas, perforar 7 pozos productores de hidrocarburos y 7 pozos inyectores que estarán vinculados a una planta de procesamiento.
Con esta inversión, que se detonará en pocos años, se podrán producir 148 millones de barriles de petróleo y 45.4 billones de pies cúbicos de gas natural en el periodo que comprende la vigencia del contrato hasta el año 2041.
La participación del Estado en la utilidad será del 70 por ciento. El government take, que incluye otros factores fiscales como pago del Impuesto Sobre la Renta, es de 90 por ciento.
¿Cuántos Hokchis necesitamos para llegar a la meta? La inversión en el campo, que se desplegará a lo largo de las próximas décadas, es muy significativa. Pero también hay que considerar que la meta en inversiones de aquí a 2040 es francamente colosal. Utilizando nuestro escenario de planeación base, en el que le atribuimos a Pemex una ligera mayoría de las inversiones necesarias para llegar a 640 mil millones de dólares de inversión, el resultado sugiere que necesitamos 120 Hokchis. Esto equivale al anuncio de planes de desarrollo de lo equivalente a 5.4 Hokchis por año.
¿Cómo se compara con las expectativas de la Ronda 1.2? De acuerdo con la Secretaría de Energía, la Ronda 1.2, asumiendo una tasa de éxito elevada, resultaría en inversiones de 3 mil 100 millones de dólares. Falta ver las inversiones propuestas por Eni y por el consorcio de Fieldwood-Petrobal. Pero es muy revelador que Hokchi, por sí sólo, va a poder aportar 80 por ciento de la meta. Si bien no todos los campos serán exitosos —sobre todo en casos puramente exploratorios— ya tenemos evidencia de al menos uno donde la realidad excede a la expectativa.
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