Les tenemos una buena y una mala noticia respecto a las reservas del país.

Va primero la buena: Las reservas de gas natural aumentaron y las asociaciones de Pemex con empresas privadas agregaron nuevos barriles en los campos que operan, adicionales a los que ya se habían descubierto antes. A esto se suman los descubrimientos de Pemex en sus asignaciones, y a los resultados de los contratos petroleros que, desde el año pasado, ya están añadiendo barriles a las reservas.

Ahora la mala: Aunque hubo nuevos descubrimientos y reclasificación de reservas por actividad exploratoria, las adiciones no lograron compensar el número de barriles que se produjeron el año pasado. Otra vez tenemos una caída en las reservas petroleras y esta vez es de 7 por ciento en las 1P; 2 por ciento en las 2P y 1.4 por ciento en las 3P.

Lo que los datos nos dicen ─y es en lo que centramos nuestro análisis esta semana─ es que vamos por buen camino, pero tenemos que apretar el paso. Como dijeron los comisionados de la CNH en la sesión en la que se aprobaron los nuevos conteos de reservas, aún hay cosas que se pueden hacer como conseguir un operador para las áreas ociosas ─lo cual reclasificaría las reservas hacia menores incertidumbres.

En el camino para revertir la declinación de las reservas, la intensidad de capital y la diversidad de talento tendrán un papel vital. Los contratos que están hoy en etapa de evaluación y los esfuerzos de Pemex, añadirán barriles conforme sus estudios den resultados además de que se elevaría la tasa de restitución de reservas que ha venido aumentando desde 2016.

La pregunta obligada es si estamos aprovechando todas las oportunidades que tenemos.

Gracias por leernos.

Pablo

pablo.zarate@pulsoenergetico.org