El desarrollo de aguas profundas es un hito relativamente nuevo en la industria petrolera de México, que ha encontrado una vía para acelerar su desarrollo en las licitaciones petroleras. Lo que los datos nos muestran es que, a pesar de ser un área sin producción, representa el 50 por ciento de las inversiones comprometidas de todas las licitaciones petroleras, a pesar de que sólo el 26 por ciento de los contratos petroleros están ubicados en estas áreas.
Es cierto, estos contratos aún están en etapas tempranas de exploración y no podemos hablar de una producción petrolera comprometida. Pero el interés de la industria y el potencial de las cuencas mexicanas se reflejan en la voluntad de las empresas que han participado en las distintas rondas petroleras por comprometer actividad exploratoria que se traduce en pozos y a ello dedicamos nuestro análisis de esta semana.
Aún nos falta un largo tramo por andar. La exploración en este tipo de áreas toma entre 6 y 10 años en promedio, pero si continuamos con el desarrollo de estos bloques, podemos entrar al mapa mundial de producción. De acuerdo con McKinsey, para 2030 podríamos estar produciendo el 2.4 por ciento del petróleo “profundo y ultraprofundo” del mundo.
En nuestro espacio de opinión tenemos a Daniel Rodríguez, analista del sector, nos habla de las implicaciones que enfrentará el crudo mexicano en el futuro por la producción de crudo pesado y los retos del sector de refinación para aprovechar la producción nacional.
Por si te lo perdiste:
- Ayer platicamos con Lourdes Melgar de casi todos los temas del sector energético. Desde hidrocarburos hasta electricidad; de combustibles a exploración y producción. Aquí pueden volver a ver el video de nuestra charla ayer.
Petróleo, electricidad y combustibles nuestra plática con @LourdesMelgar en #PulsoIMCO con @mjmolano y @pzarater https://t.co/quPa5Kl7l1
— Pulso Energético (@PulsoEnergetico) 16 de julio de 2018
Gracias por leernos,
Pablo
pablo.zarate@pulsoenergetico.org