¿Las 9 oportunidades garantizadas son suficientes para transforma la historia de las aguas profundas?

Cuando pensamos en las aguas profundas mexicanas, lo natural es pensar en potencial y muchas oportunidades. Representan gran parte de los recursos petroleros prospectivos (por descubrir) de nuestro país. En el largo plazo, podrían representar casi un millón de barriles diarios de producción petrolera y cientos de miles de millones de dólares de inversión.

Pero la situación actual limita nuestras posibilidades de aprovecharlos. Las rondas 1 y 2 sin duda generaron compromisos importantes de trabajo exploratorio, pero difícilmente representan todos los recursos necesarios para de-riskear Perdido, la Cuenca Salina y otras oportunidades prometedoras.

Tenemos, de hecho, 31 pozos comprometidos que, por más que se sean tiros de precisión que aprovechen lo mejor de lo mejor de la tecnología, representan un potencial de éxito de 9 o 10 descubrimientos. Cada pozo que se perfora y no encuentra implica mucha nueva información que puede guiar a los nuevos, pero también implica que nuestro universo de posibilidades a partir del número limitado de contratos se va contrayendo.

Con el motor de las inversiones de Pemex en aguas profundas completamente apagado (de acuerdo con declaraciones oficiales), urge encender los motores alternativos (como rondas y farmouts) para que las aguas profundas mexicanas no se vuelvan letra muerta.

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Pablo

pablo.zarate@pulsoenergetico.org