Bancabilidad de los nuevos contratos petroleros. ¿Los préstamos basados en reservas son una opción viable para el mercado mexicano?

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Por: Oscar A. López Velarde y Marco Portillo

La CNH ha adjudicado diversos contratos de exploración y extracción de hidrocarburos a empresas privadas, que se están ejecutando, en su mayoría, de forma exitosa. Sin embargo, financiar estos nuevos proyectos se está convirtiendo en todo un desafío.

El reto es más relevante en etapas de desarrollo que durante la exploración (es la fase donde se encuentran una buena cantidad de los nuevos proyectos) porque, claramente, en esta etapa las fuentes de financiamiento son limitadas.  El reto tampoco es igual para las empresas de gran escala que tienen múltiples fuentes de financiamiento, pero, en breve, muchas empresas independientes tendrán que buscar soluciones a este tema, para que las inversiones y proyectos fluyan como se espera.

Los mercados de capitales y los préstamos corporativos son la primera opción de financiamiento disponible. Pero la mayoría de las compañías petroleras independientes que operan en México han sido creadas recientemente y su balance general no puede respaldar este tipo de financiamiento. Por lo tanto, se deben explorar alternativas como los préstamos basados en reservas para el financiamiento de los contratos de exploración y producción en México.

Los préstamos basados en reservas consisten en préstamos garantizados por las reservas de hidrocarburos de la parte prestataria, es decir, el dinero prestado depende del valor económico de las reservas. En esencia, constituye un project finance petrolero, común en Estados Unidos y en Europa, y también se ha implementado en algunos países de América Latina.

En varios de esos casos, particularmente en Europa y África, el Estado en cada país mantiene la propiedad sobre los hidrocarburos en el subsuelo, como en México. Sin embargo, se permite que los contratistas reporten para efectos contables y financieros sus contratos de exploración y extracción y sus beneficios, siempre que establezcan que los hidrocarburos ubicados en el subsuelo son propiedad de la Nación. Por lo tanto, constitucionalmente existe un gran potencial para crear un nuevo mercado de financiamiento para la industria de hidrocarburos en México.

Hasta el momento, sin embargo, no se ha ejecutado ninguna transacción crediticia basada en reservas mexicanas. Antes de hacerlo, es necesario realizar un análisis exhaustivo de los contratos y del régimen de hidrocarburos recién creado, pues es muy probable que se requieran modificaciones a contratos futuros o la emisión de nuevas regulaciones que proporcione suficiente seguridad a la industria bancaria mexicana y extranjera que otorgaría este tipo de financiamiento.

En el caso mexicano, los contratistas y banqueros deberán tener presente que no existen modelos fijos para los contratos de licencia o producción compartida. Por lo tanto, es relevante identificar las diferencias entre contratos de distintas licitaciones, para entender el nivel de riesgo legal y económico de cada contrato.

También es importante tomar en cuenta que los préstamos basados en reservas toman en cuenta un modelo financiero que refleja los beneficios esperados del proyecto, por lo que debe considerarse que el régimen fiscal, al igual que la contraprestación al gobierno, varía según los contratos. No obstante, una buena noticia para los bancos es que los pagos al gobierno y los correspondientes mecanismos de ajuste están claramente establecidos en cada contrato y no pueden ser modificados por el gobierno mexicano, lo que se traduce en estabilidad fiscal.

Tratar con tantos reguladores diferentes no será solo un desafío para el contratista sino también para cualquier institución que financie un proyecto, la cual deberá entender la regulación que cada uno de ellos emite y además, el rol que tendrá en un potencial evento de riesgo. Con motivo de la Reforma Energética, se crearon nuevos organismos como el Fondo Mexicano del Petróleo y la Agencia de Seguridad, Energía y Medio Ambiente y se otorgaron nuevos poderes a las Secretarías de Energía, de Hacienda y de Economía, la CRE, la COFECE, el SAT y la CNH, todos ellos relacionados de alguna medida en la operación de los contratos.

Los contratos petroleros mexicanos también tienen una carga administrativa importante. Esto claramente representa un problema para los operadores, pero para los bancos que financien su proyecto puede no ser una mala noticia. Los contratistas deben contar con un sistema electrónico que reporta en tiempo real al Fondo Mexicano del Petróleo y las demás instituciones regulatorios, mismo que puede ser aprovechado por todas las partes intereses, incluyendo los bancos, para monitorear el desarrollo de los proyectos.

Pasando a los temas que están generando mayor complejidad en el financiamiento de los proyectos, podemos encontrar múltiples retos en los contratos. Algunos ejemplos son las causales de recisión asociada con la quiebra de los contratistas o los medios de solución que resultarían aplicables. Pero, sin lugar a dudas, el mayor obstáculo para el financiamiento de los contratos petroleros, será las garantías que los contratistas podrán otorgarle a los bancos.

El perfeccionamiento y ejecución de las garantías que solicitarán los bancos, en varios casos requiere aprobación de la CNH y no existe regulación que atienda este problema, ni la forma en que en un evento de incumplimiento, los bancos puedan ejecutar las garantías violar las disposiciones de los contratos y la regulación aplicable.

Previo al otorgamiento de un financiamiento basado en reservas, se debe entender los mecanismos establecidos en el contrato respecto de los cambios de control; cesión de los derechos de los contratos; requisitos de los operadores; propiedad de activos; terminación y recisión del contrato; obligaciones ambientales y sociales; obligaciones de abandono; restricciones para dar en garantía los activos o el propio contrato, así como las acciones de los contratistas; garantía corporativas; responsabilidad solidaria, entre otros. Todo esto, con el fin de identificar la regulación que deberá ser emitida para darle claridad a los bancos sobre las garantías que realmente pueden llegar a perfeccionarse y, en su momento, a ejecutarse.

Oscar A. López Velarde, socio de Ritch, Mueller, Heather y Nicolau, S.C.

Marco Portillo, asociado de Ritch, Mueller, Heather y Nicolau, S.C.

Ritch, Mueller, Heather y Nicolau, S.C. es un despacho de abogados especializado en el financiamiento de proyectos energéticos.

www.ritch.com.mx

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