Aprendizajes de la Ronda Uno, cimientos para el futuro

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Los últimos 2 concursos de la Ronda Uno (las licitaciones 1.3 y 1.4) fueron muy exitosas. Demostraron que si los bloques que se ofrecen son competitivos en sus reglas legales y fiscales, el entorno de precios bajos no cierra las posibilidades de inversión en el País.

Sin embargo, ignorar la evolución en las reglas y contratos de la Ronda Uno puede llevar a conclusiones equivocadas. La Ronda Uno, a través de las complicaciones en su primera licitación, también demostró que el potencial percibido del subsuelo no lo es todo. Es tan importante ofrecer bloques atractivos como construir términos competitivos en las licitaciones.

La Ronda Dos de México va a competir con alrededor de 30 países (p.2) que van a ofrecer rondas licitatorias en 2017. En este sentido, vale la pena repasar algunos de los aprendizajes y puntos que hicieron de la Ronda Uno, en particular de su última mitad, un proceso muy competitivo.

  • La transparencia impuso nuevos records y fue clave para generar confianza

Las rondas se han vuelto en un referente de transparencia para México y para la industria internacional. No sólo la apertura de ofertas es transmitida en vivo, sino que el proceso previo es completamente transparente. La declaración pública de relaciones personales y familiares (comparable a un 3 de 3) suma a la confianza que la CNH y las autoridades mexicanas del sector se han ganado.

  • El tamaño importó; el mecanismo de nominaciones funcionó

En la primera licitación, algunas compañías no presentaron ofertas porque no encontraron materialidad (tamaño de la oportunidad) suficiente (punto #2). En la cuarta licitación, las autoridades aumentaron el tamaño de los bloques (minuto 77), a partir de las sugerencias de la industria recogidas por el mecanismo de nominaciones de área. Como resultado, la ronda de aguas profundas consiguió no sólo una participación muy nutrida de compañías internacionales, sino resultados que superaron la expectativa.

  • Sobre-regular la formación de consorcios genera cargas innecesarias

El proceso de formación de consorcios es muy fluido. En cualquier etapa del proceso antes de la presentación de ofertas, un socio puede decidir retirarse del concurso. La rigidez del proceso en las primeras licitaciones impidió que los consorcios se pudieran ajustar (p.2, tercer párrafo) y eventualmente presentar ofertas haciendo equipo con otros socios potenciales.

  • El mercado funciona mejor que la adivinanza para establecer precios

Las licitaciones 2, 3 y 4 demuestran que las subastas funcionan. Aun conociendo el mínimo de regalías adicionales (la variable clave de licitación hasta el momento), muchas empresas y consorcios presentaron ofertas muy por encima de ese nivel. En cambio, en la licitación uno, en la que no se anunciaron los mínimos y se establecieron niveles más altos se perdieron varias ofertas viables por unos pocos puntos porcentuales de diferencia entre la expectativa del gobierno y la oferta del mercado.

  • Las licencias, que implican menor carga administrativa, funcionaron mejor.

Aunque hay otros factores importantes en juego, la realidad es que las licencias (que se usaron en las licitaciones 3 y 4) obtuvieron mejores resultados relativos que los contratos de producción compartida (que se usaron en las licitaciones 1 y 2). Las licencias, al ser más fáciles de administrar, generan menores costos administrativos, tanto para el Estado como para las empresas. El contrato de producción compartida, en cambio, fue difícil de calibrar.

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La evolución de las Rondas

 

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