Las buenas y las malas noticias de las reservas petroleras

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El último conteo de reservas petroleras tuvo resultados mixtos. Por el lado positivo:

  • Se hicieron descubrimientos en 6 yacimientos el Golfo de México y en las Cuencas del Sureste.
  • Las asociaciones de Pemex con empresas privadas añadieron 11 millones de barriles de reservas 1P; 28.7 millones a las 2P y 36 millones a las 3P a los volúmenes que ya se habían descubierto en años previos.
  • Pemex hizo varios descubrimientos en 6 asignaciones que opera, las cuales añadieron 22 millones de barriles de petróleo a las reservas 1P; 72 millones a las 2P y 180 millones a las 3P.
  • Las exploraciones y la revisión en Ixachi hicieron que las reservas 2P de gas natural aumentaran en 2019.
  • La tasa de restitución de reservas ha aumentado.

Por el lado negativo:

  • Las reservas totales del país cayeron casi 7% en las 1P, 2% en las 2P y 1.4% en las 3P.
  • Perdimos 400 millones de barriles de crudo en reservas 1P que se produjeron, pero no se restituyeron; 336 millones en 2P y 373 millones en 3P.
  • Las adiciones de hidrocarburos en 2018 no lograron compensar la producción total.
  • Para poder restituir la producción de un año, tendríamos que haber duplicado las revisiones de reservas o multiplicado 36 veces el número de descubrimientos como los que se consiguieron en aguas someras el año pasado.

Análisis

La semana pasada la Comisión Nacional de Hidrocarburos aprobó el nuevo conteo de reservas al 1 de enero de 2019 que condensa los resultados de 2018. Lo que este reporte nos dice es que tenemos buenas y malas noticias que, en conjunto, nos dicen que vamos en la dirección correcta y, al mismo tiempo, que no podemos desacelerar el paso en la actividad petrolera porque la meta de restituir las reservas al 100 por ciento aún no la alcanzamos.

Fuente: Comisión Nacional de Hidrocarburos.

Descubrimientos: Como muestra la gráfica anterior —que se complementa con las de nuestro artículo Los cambios en las reservas— el año pasado las actividades de exploración y las asociaciones de Pemex dieron frutos importantes.

Por un lado, se hicieron importantes descubrimientos en 6 áreas que opera Pemex, tanto en aguas profundas como en las cuencas del sureste, las cuales agregaron 25.6 millones de barriles de petróleo crudo equivalente en 1P; 105 millones en 2P y 226 millones en 3P.

Fuente: Comisión Nacional de Hidrocarburos.

Revisiones y reclasificaciones: A este conteo adicional se suman las revisiones de los campos ya descubiertos ─que, al estudiar más a profundidad las áreas, tuvieron un incremento en sus reservas. Dos ejemplos de estos casos son tanto el crecimiento en las reservas en las asociaciones de Pemex (que representan varias decenas de barriles añadidos) como la reclasificación de Ixachi.

En el primer caso, las asociaciones con Deutsche Erdoel y Cheiron Holdings en Ogarrio y Cárdenas-Mora, añadieron casi 12 millones de barriles de petróleo en reservas 1P; 29 millones en reserva 2P y 36 millones en 3P, mientras que la reclasificación de Ixachi agregó 788 mil millones de pies cúbicos de gas natural en reserva 1P; 2 mil 153 en reserva 2P y 2 mil 783 en reservas 3P.

La aportación de Ixachi tuvo un impacto significativo en las reservas de gas ya que, gracias a estas reclasificaciones, las reservas 2P en 2019 tuvieron un incremento de 7.5 por ciento. De hecho, Ixachi representa alrededor del 60 por ciento del incremento en las reservas de gas natural de este año.

 

Un indicador que es necesario mencionar por su mejora en los últimos años es la tasa de restitución de reservas (p. 17). En 2016, casi todas las empresas petroleras redujeron sus reservas producto de la caída en los precios del petróleo y México no fue la excepción. A partir de los esfuerzos exploratorios de Pemex y de las empresas privadas, este indicador se ha repuesto año con año.

En el caso de la restitución de las reservas 1P, por ejemplo, si bien aún no estamos en los promedios previos a la caída de los precios de los hidrocarburos (85.3 por ciento), entre 2017 y 2018 el indicador pasó de 2.8 por ciento a 32.4 por ciento.

Esta tendencia se puede mantener mientras se sostengan las inversiones en exploración y éstas lleven a nuevos descubrimientos o reclasificación de reservas.

 

El conteo total. A pesar de los descubrimientos y reclasificación de reservas que se alcanzaron el año pasado, el resultado final no fue positivo. De hecho, las reservas 1P del país cayeron casi 7 por ciento en el último año.

En reservas de crudo 1P, la caída en el número de barriles de petróleo crudo equivalente de reserva fue de 586 millones de barriles. El principal factor fue que los barriles añadidos por revisiones, descubrimientos, delimitaciones y desarrollo de yacimientos se consideran en contra de la producción total de barriles, que fue de 925 millones de barriles equivalentes el año pasado.

Para poder restituirlo, tendríamos que haber duplicado las revisiones de reservas o multiplicado 36 veces el número de descubrimientos como los que se consiguieron en aguas someras el año pasado.

Para revertir declinación de las reservas petroleras, es vital intensificar la inversión de recursos (económicos y humanos). Como lo han demostrado los contratos petroleros en México o el shale de Estados Unidos, cuando las inversiones en exploración son mayores y se agrega la experiencia equipos técnicos que evalúen las áreas desde distintas ópticas, las reservas petroleras incrementan.

En esto, las asociaciones de Pemex con la industria privada son una oportunidad para apalancar el desarrollo tanto en las áreas que hoy administra la petrolera como en los campos ociosos que, a pesar de tener reservas o recursos prospectivos estimados, no tienen un operador que los desarrolle. Como concluyeron los comisionados en la sesión de la CNH y nosotros hemos referido varias veces en nuestros análisis, en las áreas ociosas existen oportunidades que necesitan de un operador (ya sea a través de Pemex, de empresas privadas o asociaciones entre ambas) para garantizar no solo el crecimiento de las mismas convirtiendo los recursos prospectivos en reservas; sino también para desarrollar las reservas ya descubiertas y transformarlas en producción, con lo cual se generan ingresos para el Estado.

 

¿Por qué no hablamos de los años para los que nos alcanzan las reservas?

Uno de los indicadores que atraen la atención sobre las reservas petroleras es el número de años que nos alcanzarían los barriles ya contabilizados si mantenemos el nivel de producción actual. Para el conteo 2019, las reservas 1P nos darían 8.5 años de producción de petróleo y gas natural.

Si bien este indicador es útil para dimensionar el volumen de barriles que tenemos, su contabilidad no refleja el número de años que realmente nos van a durar las reservas y, además, que se modifica conforme a la tendencia en la producción petrolera.

Como lo explicaron los comisionados Héctor Moreira y Néstor Martínez, estos indicadores se “ven mejor” cuando la producción petrolera baja, pues dan la falsa impresión de que van a durar por más tiempo. Un ejemplo de esto es que, a pesar de la reducción en el número de reservas, el número de años que nos van a durar estos barriles se mantuvo estable, gracias a que el denominador de la producción también bajó.

Otra falsa impresión es que se puede mantener una plataforma de producción constante sólo con estos yacimientos por 8.5 años y después, abruptamente, se suspenderá la producción. En realidad, los yacimientos producirán por 20 años o más, con lo cual la declinación será una curva de varios años.

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1 comentario

  1. Ustedes olvidan la sobreexplotación de los pozos con la inyección de nitrógeno, esto reduce las reservas a la mitad

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