Juan Carlos Zepeda: El modelo chino para fortalecer a Pemex

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Por: Juan Carlos Zepeda

En muchos sentidos, se puede afirmar que la Reforma Energética mexicana aprobada en diciembre de 2013 avanza exitosamente. Es de destacar que hoy la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH) es un referente internacional en materia de transparencia.

El reporte “Open Contracting for Oil, Gas and Mineral Rights: Shining a Light on Good Practice” (junio 2018), publicado por el Natural Resource Governance Institute (NRGI) y el Open Contracting Partnership, destaca a la CNH por implementar mejores prácticas en materia de transparencia. Consulta el reporte completo aquí: link.

La CNH ha llevado a cabo 14 procesos licitatorios y adjudicado 107 contratos a 73 compañías de 20 países sin que al día de hoy exista ni una sola impugnación. Los libros blancos de la Ronda 1 de licitación se pueden consultar aquí: link.

Los contratos se adjudicaron en condiciones muy favorables para el Estado Mexicano, en términos de participación de las utilidades. Para los contratos de producción compartida el porcentaje fue del orden de 75 por ciento y para los contratos de licencia de 63 por ciento, los cuales son superiores a los de los contratos licencia adjudicados en Estados Unidos y a las concesiones adjudicadas en Brasil.

Además, estos contratos se adjudicaron en muy buenos términos en materia de compromiso de inversión (138 pozos). Se estima que en el periodo 2018-2021 se perforarán 26 pozos exploratorios marinos, cada año. Este nivel de exploración en mar es el más alto en los últimos 30 años.

En materia de autorizaciones de exploración superficial se han invertido cerca de 2 mil millones de dólares en los últimos 3 años, lo cual implicó que la cobertura sísmica de la porción mexicana del Golfo de México pasará del 35 por ciento al 100 por ciento.

Lo anterior es particularmente importante en virtud de que la información obtenida del subsuelo es la “materia prima” que utilizan las empresas petroleras para inferir el potencial de hidrocarburos de una región y tomar decisiones de inversión.

En adición a lo anterior, es importante resaltar que en el marco de la Ronda Cero y antes de iniciar las licitaciones, a Pemex se le otorgaron 93 por ciento de las reservas probadas (1P) de México y las mejores áreas para exploración, que cubren el 21 por ciento del total de recursos prospectivos estimados.

No obstante lo anterior, en las áreas asignadas a Pemex no se ha logrado el dinamismo esperado, en virtud de que la Reforma Energética no le otorgó a la empresa productiva del Estado las herramientas suficientes para desarrollarlas.

De las 73 empresas que operan hoy en nuestro país, Pemex es la única que no puede levantar capital en bolsa, además de estar sujeta a control presupuestal y a términos fiscales gravosos.

Por lo anterior, lo que está pendiente es una Reforma 2.0 para las empresas productivas del Estado.

En primer lugar, se debería permitir a Pemex acceder al mercado de capitales, es decir, cotizar en Bolsa, para capitalizarla y al mismo tiempo fortalecer su transparencia, sin que el Estado pierda el control ni la mayoría de la propiedad de la empresa.

Para tal efecto, se recomienda seguir el modelo implementado en China, en el que la National Petroleum Corporation (CNPC), que es 100 por ciento propiedad del gobierno chino, creó la filial Petrochina, con activos con potencial para levantar capital en las bolsas de valores, convirtiendo a esta filial en una de las mayores compañías petroleras del mundo.

Capitalizar a la empresa productiva del Estado a través de una subsidiaria, a la que Pemex le transfiera activos, permitiría lanzar una oferta pública inicial en un plazo muy corto, menor a dos años.

Otra modificación importante sería cambiar el modelo de control presupuestario actual, sacando a Pemex del presupuesto y estableciendo una nueva regulación sobre su nivel de capitalización.

Por último, se debería contemplar un cambio en el régimen fiscal de las Asignaciones, en particular para proyectos de gas donde los márgenes de rentabilidad son mínimos.

En este sentido, sería conveniente que la estrategia de cambio fiscal sea bajo la lógica “petróleo nuevo”, “petróleo viejo”, es decir, el nuevo régimen fiscal aplicaría a los nuevos descubrimientos.

Se trata de darle a Pemex las herramientas necesarias como empresa para desarrollar todo su potencial. Un Pemex exitoso es condición necesaria para que el desarrollo del sector hidrocarburos en México sea también exitoso.

Juan Carlos Zepeda

Comisionado presidente de la CNH

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