Comunidades y empresas: Alianza esencial para enfrentar la pandemia

Share:

En México aún desconocemos la profundidad de los efectos de la crisis sanitaria que está sacudiendo al mundo. Nos encontramos en un escenario de alta incertidumbre debido a que probablemente no hayamos alcanzado aún el punto máximo de contagios en el país. Desde el punto de vista del impacto económico, se habla de caídas de entre siete y doce puntos porcentuales del PIB para el 2020, de 12 millones de empleos perdidos e incontables cierres definitivos de negocios. Así, enfrentando la peor crisis del último siglo, es esencial resaltar la alianza entre comunidades y empresas para salir de esto lo mejor posible.

En el caso de la industria petrolera, aun cuando ha sido una de las industrias más afectadas debido a los movimientos en los mercados internacionales, ha mostrado su compromiso con las comunidades en las que opera y más allá de ellas. Como parte de su vocación social, los equipos de trabajo de las empresas han asistido de forma solidaria en las comunidades a través de diversas estrategias. Sin pretender mencionar la totalidad de acciones emprendidas, a continuación, ejemplificamos algunas de las más destacadas:

  • Información sobre prevención y atención de contagios en caso de que existan brotes en las comunidades. Por ejemplo, empresas como Petrofac prepararon brigadas de información y comunicación en las comunidades donde trabajan en el estado de Tabasco, reconociendo a los pobladores como sus principales aliados y viceversa.
  • Donaciones a instituciones de asistencia. Un excelente ejemplo de lo que está aportando la industria a instituciones dedicadas a atender las necesidades de la población más vulnerable, es lo que ha hecho BHP donando recursos a la Fundación Caritas en la Ciudad de Tampico y a la Cruz Roja.
  • Donaciones en especie. Un ejemplo significativo es la acción implementada por Petronas. La empresa hizo una donación importante de equipos médicos de apoyo para pacientes en terapia intensiva, además de 5 bombas para llevar agua potable a 5 localidades de Coatzacoalcos, Veracruz.
  • Donaciones de equipo médico y aportes para extender la capacidad hospitalaria. Una acción destacada es la de la empresa Lukoil, la cual entregó insumos y equipo médico al Gobierno del Estado de Tabasco.

Dos proyectos ejemplares en la ampliación de la capacidad de prevención y atención a los pacientes de COVID-19 son los que impulsaron ExxonMobil y Grupo México. La primera apoyando al Centro de Valoración de la Cruz Roja y la segunda construyendo un hospital en Oaxaca en una de las zonas más pobres de México además de múltiples donaciones de equipo médico.

Otro ejemplo es el de Tecpetrol, que también realizó donaciones de equipo médico y participó en el diseño de un hospital comunitario en Monterrey, Nuevo León.

Newpek por su parte, también aportó material médico y fabricaron splitters para aumentar la capacidad de ventiladores respiratorios.

Fieldwood y Grupo Bal apoyaron en Ciudad del Carmen, donando insumos de protección para el personal médico.

• Apoyo con productos que forman parte de la oferta de valor de las compañías. Esta estrategia también ha sido de gran ayuda tanto para médicos como para las instituciones de asistencia. Por ejemplo, BP ha reembolsado puntos al personal médico y por su parte, Shell donó gasolina para las ambulancias de la Cruz Roja.

En línea con la obligación de la Ley de Hidrocarburos, que establece “los proyectos de infraestructura de los sectores público y privado en la industria de Hidrocarburos atenderán los principios de sostenibilidad y respeto de los derechos humanos de las comunidades y pueblos de las regiones en los que se pretendan desarrollar”, las empresas petroleras han demostrado su compromiso y su vocación en el ámbito de la responsabilidad social, uno de los 3 principales pilares de la sostenibilidad.

De esta manera, la industria petrolera ha estado activa en la atención de la población durante la pandemia y seguirá estando presente en la etapa de recuperación como parte de su vocación social, al tiempo que se mantendrá ejerciendo su trabajo para generar la licencia social que el sector necesita para madurar y afianzarse como una palanca de bienestar en las comunidades en las que opera.

Previous Article

La interacción entre los reguladores y los regulados durante la pandemia, clave para la continuidad operativa

Next Article

Precio del petróleo 2020 Vol. 2: ¿Ya se encuentra en la etapa de recuperación?

Recomendaciones

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *