Para la IEA, incrementar la seguridad energética del mundo a través de acciones colectivas entre países es uno de los pilares que fundamenta su labor. En el caso mexicano, el gobierno se ha apoyado históricamente en Pemex y CFE para proveer al país de hidrocarburos, combustibles y electricidad. Sin embargo, mientras nuevos jugadores entran a los mercados, crece la responsabilidad del mismo gobierno para poder administrar al sector y reaccionar a emergencias.
En el documento Energy Policies de México, la IEA presentó un grupo de recomendaciones que el país debe seguir en exploración y producción:
Política pública
- Clarificar el enfoque práctico que debe tener la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente (ASEA) para implementar su mandato amplio de reglamentar la seguridad y el desempeño ambiental de la cadena del petróleo (producción, transporte, almacenamiento y venta al menudeo) así como asegurar que cuente con los recursos necesarios acordes para este mandato.
- Asegurarse de que los requisitos para presentar informes en todos los eslabones de la cadena de valor estén diseñados para recopilar información de forma eficiente, eficaz y de manera oportuna. A su vez, el gobierno mexicano deberá poner atención a las tendencias de mejores prácticas internacionales para obtener los datos, analizarlos y hacer su divulgación pública.
- Promover un diálogo basado en hechos entre los gobiernos federales y locales, la industria privada, y el público para asegurar la confianza en el desarrollo sostenido y responsable del sector de hidrocarburos de México.
- Tomar en cuenta las recomendaciones de la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) sobre las políticas de competencia.
Específicamente en el sector de exploración y producción
- Asegurar que los términos legales de los contratos que se ofrecen bajo el nuevo modelo energético son competitivos y no distan drásticamente de los que se ofrecen en el mundo.
- Intensificar los esfuerzos para contrarrestar la caída en la producción petrolera con la ayuda de las asociaciones (joint-venture), con los contratos de producción compartida y las asociaciones.
- Mantener los esfuerzos para reducir el venteo de gas natural al aplicar las mejores prácticas internacionales en la explotación de petróleo y gas natural.
- Asegurar que los requisitos de contenido local en los contratos de exploración y producción estén diseñados de manera que concilie el legítimo deseo del Estado mexicano de promover a la industria local, con los compromisos de México como miembro de la Organización Mundial del Comercio.
Sobre gas natural
- Tomar en cuenta las recomendaciones hechas desde 2012 por la IEA para elaborar nuevas regulaciones para gas no convencional, específicamente aquellas sobre el uso de agua y convivencia con la comunidad.
- Crear un mercado e gas natural competitivo y que sea consistente con la implementación de un programa de cesión de contratos por parte de Pemex.
- Asegurar la implementación constante del plan quinquenal de expansión del sistema de transporte de gas natural con constante monitoreo.
- Trabajar para expandir las instalaciones de almacenamiento y promover la inversión privada para este fin.
- Promover la integración de la red nacional de gasoductos en cooperación estrecha entre el Cenagas y los propietarios de ductos privados.