Pulso Quincenal del 30 de julio: ¿Cómo va la exploración en México? / ¿Por qué las empresas regresan una parte de sus bloques? / Lo que viene en los contratos petroleros

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Los cumpleaños, en cualquier plano, se prestan para hacer corte de caja y reflexionar sobre nuestro avance respecto a los grandes objetivos: dónde hemos invertido nuestro tiempo y qué tanto hemos avanzado. El cuarto aniversario de las rondas, por ejemplo, se presta para reflexionar sobre el avance en el tipo de actividad que, por diseño, estas licitaciones han privilegiado: la exploración.

La actividad exploratoria que se ha generado en los últimos años a partir de los contratos ─y que hemos documentado en Pulso─ nos dan como resultado nuevos descubrimientos, más pozos exploratorios, nueva información sobre nuestro subsuelo. Esta actividad y la que realiza Pemex son complementarias entre sí. Con la operación conjunta de ambas fuerzas, se ha podido compensar la caída en las inversiones de Pemex que ha sido constante desde 2014. Los contratos han elevado sus inversiones para pasar de 62 millones de dólares en 2016 ─primer año completo que operaron─ a los casi 300 millones que se invirtieron en 2018. En ese lapso las rondas pasaron de invertir el 3.4 por ciento del monto nacional de exploración a casi el 20 por ciento en 2018; para 2019, de continuar la tendencia de inversión de los primeros 5 meses del año, se podrían invertir hasta 685 millones de dólares, que serían el casi el 40 por ciento del monto total.

Pero el nuevo impulso a la exploración a partir de utilizar a la industria como complemento está en riesgo. Después de 2019, la actividad pronosticada atribuible a la industria sería menor: los contratos generados a partir de las rondas cumplirán sus programas de exploración y transitarán a etapas posteriores de desarrollo y dejarán atrás casi toda actividad de búsqueda de nuevos yacimientos.

Esto no significa que al motor de las rondas actuales ya se le haya acabado la gasolina. Casos como los de Amoca-Miztón-Tecoalli, Ixchalquil, Hokchi y Zama enseñan que, cuando hay descubrimientos, tanto la vida del contrato como las inversiones para el desarrollo se multiplican. Pero, para poder sostener el nivel exploratorio actual sin incrementar el nivel de inversión de riesgo de Pemex, las rondas se tendrían que reactivar muy pronto.

 

Gracias por leernos,

Pablo

pablo.zarate@pulsoenergetico.org

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