En la opinión de un ingeniero de Pemex, ¿dónde están las áreas de oportunidad para el desarrollo petrolero del país?, ¿México puede repuntar su producción petrolera? ¿dónde está el potencial?
La respuesta de la mesa de discusión durante la presentación del libro de Víctor Rodríguez se centró en las oportunidades que representa Chicontepec como una cuenca petrolera con potencial para incrementar la producción.
Chicontepec, desde su descubrimiento en la década de 1930, ha sido un reto para los ingenieros petroleros de México porque las características de la roca que contiene el hidrocarburo (que es de baja porosidad y baja permeabilidad), se suma a que los yacimientos de petróleo son de menor tamaño y, además, están dispersos. Con estos retos en mente, Pemex inició una campaña de perforación de pozos masiva que redundó en un crecimiento en la producción, pero no así en la productividad por pozo hasta que la Comisión Nacional de Hidrocarburos presentó una recomendación a la empresa para rediseñar la estrategia con la que se desarrolló la cuenca.
La cuenca Tampico-Misantla (donde está ubicado Chicontepec), tiene la mayor cantidad de recursos prospectivos listos para ser descubiertos, de todo el país. La Comisión Nacional de Hidrocarburos estima que ahí hay alrededor de 30 mil millones de barriles de petróleo crudo equivalente en recursos prospectivos (no reservas) de los 60 mil millones estimados en todo el país.
De acuerdo con la Agencia Internacional de Energía, México puede obtener un aproximado de 400 mil barriles diarios de producción —si desarrolla sus recursos no convencionales— para 2040. De acuerdo con Gustavo Hernández, el desarrollo de los yacimientos no convencionales puede atraer producción temprana al país, la cual se sumaría a nuevos yacimientos encontrados, como es el caso de aguas profundas, que para el cierre de la próxima administración podría arrojar entre 30 mil y 50 mil barriles diarios.
