Pablo Medina: Una nueva etapa de entendimiento petrolero

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Por: Pablo Medina

Después de varios años de transformación y planeación, cambios y ajustes progresivos, el sector petrolero mexicano está entrando en una nueva etapa: la consolidación. Aunque este término se puede entender —y se ha usado— en un sentido regulatorio, administrativo y político, la señal más clara de consolidación parte del uso estratégico de la información.

No me estoy refiriendo a la información geológica, aunque el crecimiento de las cantidades ofrecidas y demandadas de este tipo de información han establecido records históricos, demostrando su enorme valor en el nuevo contexto. Estoy enfocándome en la capacidad de entender el historial de las acciones tomadas por el gobierno e industria en licitaciones anteriores como una herramienta estratégica, que permite hacer ajustes informados para asegurar el éxito de las licitaciones futuras.

Un buen ejemplo son los términos fiscales, un aspecto importante de cualquier modelo de política pública petrolera. En un escenario de resultados óptimos cruzados, el gobierno puede ajustar el régimen fiscal para asegurarse de que las oportunidades ofrecidas son competitivas a nivel internacional. Simultáneamente, las empresas también pueden modificar sus ofertas si prevén una competencia más agresiva.

Esto es difícil de lograr en un entorno de poca o nula información histórica, como lo fue el caso de la Ronda Uno. Aunque hay un volumen significativo de análisis comparado a nivel internacional, las autoridades no tenían evidencia local para entender qué pasa cuando mueves una palanca (por ejemplo, decidiendo no publicar los mínimos de regalías adicionales o establecerlos en niveles muy altos, o escogiendo contratos de producción compartida contra licencias). Lo mismo ocurrió desde la perspectiva de las empresas: al carecer de información histórica del comportamiento de su competencia, sus estrategias de licitación se basaron en más supuestos de lo normal.

Mientras México entra a la Ronda Dos, lo hace con mejor información. El gobierno tiene evidencia de que, entre otras cosas, el mecanismo de subastas a sobre cerrado funciona sin necesidad de que se intente sobre-corregir el proceso —y con clara evidencia de que intentar poner mínimos demasiado altos puede inhibir la actividad. Muchas de las empresas que participan, por su parte, ahora participan ya con activos en el país, viendo a México claramente como una opción para construir posiciones que complementen sus portafolios globales. Todas lo hacen, ahora, con el beneficio de tener información reciente y relevante sobre el comportamiento del mercado en el entorno mexicano.

El gobierno y las petroleras no son las únicas partes que se benefician de la mayor disponibilidad de información. El público, y en especial los que seguimos y analizamos el sector, podemos mejorar nuestro análisis y ajustar nuestras proyecciones asimilando esta nueva información. Hasta este momento predecir el resultado de las rondas, aun direccionalmente hablando, era más arte que ciencia. Aunque probablemente nunca deje de serlo, ahora existe suficiente historial para analizar lo que distintas empresas han hecho hasta ahora y extrapolar de forma más precisa su comportamiento a futuro.   

Por ejemplo, para pronosticar los resultados de la fase 2.1 se puede hacer un análisis que considere la agresividad de cada empresa en fases anteriores; el historial de nominaciones por bloque; el volumen de actividad licitatoria en rondas anteriores; y un estudio de factores económicos por bloque.

Un análisis de este tipo no se limita a la posible importancia de México para cada empresa, sino que se puede extrapolar a una visión bloque por bloque. Para la Ronda 2.1, por ejemplo, en los bloques 6-15 de la cuenca de Salinas Sureste, ya se pueden ver tendencias interesantes.  Hay varios bloques que ya recibieron ofertas durante la Ronda 1.1, aun cuando no llegaron a superar el mínimo, que en ese momento se mantuvo en secreto antes de la licitación. Se puede asumir que algunas empresas volverán a probar su suerte.

Además, hay varios bloques que colindan con otros que ya fueron licitados, lo cual permite inferir posibles niveles de interés.  Se puede asumir que los que estuvieron interesados en bloques colindantes tienen una alta probabilidad de estar interesados en estos nuevos bloques, dado posibles extensiones de estructuras geológicas.

Todo esto se puede aterrizar en una predicción concreta a nivel macro. En el caso de Wood Mackenzie, nuestro análisis indica que por lo menos 10 de los 15 bloques a licitarse se lograrán adjudicar. 

De confirmarse, sería un excelente ejemplo de cómo la consolidación —en este caso, el uso de más y mejor información para tomar decisiones estratégicas— genera mejores resultados, de forma progresiva. No hay que olvidar que la Ronda 1.1, comparable en estilo de activos a la Ronda 2.1, sólo logró adjudicar 2 de 14 bloques que se ofertaron.

Hacia adelante, México tendrá que seguir trabajando fuerte por que las inversiones encuentren aquí su destino, y no en otras partes. En 2017, tan sólo en Latinoamérica habrá doce licitaciones, incluyendo tres en campos costa-afuera en Brasil. Es indispensable que industria, gobierno y público en general saquen el mayor provecho de la información. En la medida en que sean análisis objetivos y sustantivos los que guíen la toma de decisiones petroleras del país –y no el mito o la emoción o el sensacionalismo— México puede ser cada vez más competitivo, aún en un entorno de cada vez más competencia.

Pablo Medina

Analista senior de Wood Mackenzie. Lidera la cobertura de upstream para México.

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3 comentarios

  1. Totalmente de acuerdo que el la información histórica es una herramienta importante de carácter estratégico para complementar el análisis de las empresas licitantes.

    Sin duda creo que sera una ventaja importante para las empresas con experiencia en rondas de licitación previas (mas allá de las rondas de México) y con unidades establecidas de inteligencia competitiva. Dichas empresas podrán ajustar su «bid» según un análisis mas aterrizado de la competencia. Por ejemplo, entender a nivel de bloque quienes potencialmente serán los mas interesados y poder pronosticar, desde una perspectiva de la competencia, cuanto estarían ofreciendo.

    1. Ricardo – tienes razon en este sentido. Creo que hasta este momento era complicado para todo mundo, incluyendo aquellas empresas con equipos dedicados a inteligencia competitiva, el poder hacer un analisis profundo dada la escacez de informacion.

      No obstante, me parece que esta etapa de consolidacion en la cual empezamos a estar creara permitira diferenciar empresas que tengan mejor entendimiento de la competencia.

      Las empresas requeriran niveles mayores de sofisticacion en su analisis y ahi es cuando tener un equipo dedicado sin duda tendra dividendos.

  2. Excelente análisis, solo hay que ver con cuidado que las bajas barreras a la entrada. Si bien, permiten un universo más amplio de empresas que pueden ofertar, puede dar pie a que las empresas ganadoras se puedan «sentar» en el activo. Esto podría resolverse modificando el sesgado mecanismo de adjudicación.

    En general, coincido en que el proceso de consolidación está y sigue en marcha, de lo cual hay que alegrarse.

    Gracias.

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