Las propuestas del Proyecto de Nación 2018-2040 también incluyen cambios administrativos al interior de Pemex. La ideología vertida busca dotar de autonomía a la empresa y reorganizarla internamente en los siguientes términos que analizamos:

1. Dotar a la empresa productiva de plena autonomía presupuestal y de gestión.

La autonomía de gestión es un recurso muy importante para las empresas petroleras que pueden definir la administración de su portafolio de inversiones, lo cual hace la diferencia entre una empresa eficiente de una que no lo es.

2. Integrar a Pemex en una sola empresa y modificar radicalmente su gobierno corporativo para que pueda ejercer su autonomía.

Las empresas petroleras en el mundo están divididas en subsidiarias internas para hacer eficiente la administración de sus recursos. La separación de la empresa en distintas compañías, que lleva más de 3 décadas en desarrollo, busca separar los distintos negocios de la cadena petrolera para permitirles a cada uno competir sin tener vicios ocultos o subsidiando las ineficiencias generadas en otro eslabón de la cadena.

La integración de Pemex en una sola empresa, tendría que mantener estas barreras internas para permitir una operación eficiente.

3. Establecer que, en el caso del descubrimiento de eventuales yacimientos transfronterizos, Pemex debe ser el operador responsable del lado mexicano.

Por la Ley de Hidrocarburos (art. 17), Pemex está obligada a participar en cualquier contrato en las áreas donde pudiera haber yacimientos transfronterizos. La participación obligatoria es de al menos 20 por ciento en el proyecto de inversión.

La propuesta del Proyecto de Nación retoma esta disposición que ya está hoy vigente.

Llevando un paso más adelante la propuesta del Proyecto, el Estado debería buscar al operador más eficiente disponible dentro de la diversidad de las ya existentes en el país, en lugar de atar a una sola compañía el desarrollo de yacimientos transfronterizos.